ARC (Atlantic Rally for Cruisers), una de las regatas mundiales más consagradas, parte este domingo en su 29a edición desde el Muelle Deportivo rumbo a la isla de Santa Lucía, en el Caribe, con una meta ecológica más allá de la deportiva: un centenar de sus 252 navegantes recogerán muestras de agua en una inmensa superficie del océano Atlántico, cuya concentración de microplásticos, invisibles al ojo humano, será analizada por científicos norteamericanos al término de la travesía. La organización holandesa Ocean Conservation (Protección del Océano), con el apoyo de la norteamericana Adventurers and Scientists for Conservation (Aventureros y Científicos por la Protección), persigue así concienciar a la población sobre el impacto del plástico en la cadena alimenticia y la existencia de otras alternativas, e instar a políticos y empresas multinacionales a prohibir el uso de plástico en productos como bolsas, champú, pasta de dientes, y cosmética.

"Es un tipo de plástico tan pequeño que sólo se puede ver a través del microscopio, pero que está contaminando el océano y los peces que comemos. Es una oportunidad única que, por medio de ARC, podamos llenar 600 botellas con agua de mar y ver la concentración que hay de microplásticos en una superficie de 602.000 millas náuticas cuadradas. Habrá un centenar de barcos que harán el mismo tramo en el mismo periodo de tiempo, es una información muy relevante para el estudio", subrayan Marjo Boertien y Edwin Butter, presidentes de la organización Ocean Conservation, nacida hace dos años, a bordo del velero Orion.

La travesía transoceánica ARC coloca en el centro del mapa mundial náutico a Gran Canaria, de donde 52 embarcaciones, ya fondeadas en el Muelle Deportivo, con más de 20 nacionalidades a bordo, zarparán este domingo rumbo a Santa Lucía, en el Caribe, con escala en Mindelo (Cabo Verde), en la categoría Plus, y el próximo día 23 será el turno para 200 barcos en la clase Regular que recorrerán 2.700 millas náuticas por el Océano Atlántico sin ninguna parada hasta la isla caribeña mencionada.

Tanto Butter como Boertien lamentan y se oponen a los sondeos de Repsol autorizados por el Gobierno de Mariano Rajoy en las costas del Archipiélago. "Hemos encontrado que las aguas canarias alrededor de las islas son muy especiales, están llenas de vida y son muy importantes para todo el océano y ecosistema. Por favor, dense cuenta de lo especial que son estas islas", clama Boertien. "La zona al este de Fuerteventura y Lanzarote es un gran pasillo de oxígeno para los grandes mamíferos como ballenas y delfines", indica Butter, que participó junto con Boertien en las manifestaciones contra las prospecciones petrolíferas hace dos semanas.

Asomarse al Caribe

Entre los marineros que han incluido este año la ARC Plus por primera vez en su vida marítima figuran los irlandeses Micheal Young y Nicola Halsall. El componente social de la regata empujó a estos marineros a participar tras 12 años de experiencia de navegación. "Es positivo conocer a otros navegantes, ARC organiza buenas actividades para socializarse con otra gente que está interesada en cosas similares, es interesante que impartan un montón de seminarios donde puedes aprender muchas cosas", apunta Young, de 27 años, que contará con la ayuda del capitán norteamericano Bill Alexander, con incontables millas náuticas a sus espaldas.

"Tengo muchas ganas de enfrentarme al mar embravecido en algunas partes, de ahí la emoción, es un viaje para uno mismo, ver cómo encaro desafíos que no tengo en tierra durante dos semanas y media. Llegaremos a Cabo Verde sobre el 23 de noviembre, y espero con ilusión ver por primera vez el Caribe, donde pasaremos la Navidad", comenta Young.

La empresa World Cruising Club, organizadora de esta competición transoceánica, ayuda a los participantes a actualizar sus conocimientos de navegación a través de diversos seminarios: emergencias a bordo, provisiones, trucos para navegar a favor del viento, meteorología, aparejos de los barcos, comunicaciones, entre otros. Young se compromete, al igual que otros 99 marineros, a recoger agua oceánica en seis botellas para la investigación científica por un mundo más sostenible. "Es muy positivo por motivos ecológicos", destaca el regatista irlandés.

Por otra parte, la pareja formada por los ingleses Adrian y Jacqui Evans también se lanza a cruzar el Atlántico por primera vez, atraídos por la relaciones sociales que se forjan durante el evento, y avalados por sus 10 años de experiencia náutica. Es tal la pasión que sienten por la navegación que hace dos años decidieron vender todas sus propiedades en Brighton (sur de Inglaterra) para vivir en un barco de 14 metros de eslora, con paneles solares y un generador eólico. "Nos sentimos bastante preparados, lo único, el tiempo o las circunstancias inusuales que se den en esas tres semanas. Hemos navegado mucho por el mundo, pero no por ese periodo de tiempo tan largo", explica la pareja, que relatará su experiencia a diario en su blog slingthehook.com.

Con ninguna fecha aún marcada en el calendario para volver a su tierra natal, Adrian, de 46 años y exempleado de las telecomunicaciones, y Jacqui, de 42 años, visitarán Barbados después de arribar a Santa Lucía, y luego recalarán en la coste este de Estados Unidos. Con una preparación de cinco años para esta aventura, saben lo que hacen y señalan que lo más importante es "familiarizarse con tu propio barco". "Debes tener un montón de sistemas de reserva para todo, ya probamos el barco en Rusia y Finlandia, tener una embarcación bien organizada, y un buen presupuesto", indican.

La coordinadora de la ARC Plus, Suzana Buraca, defiende el espíritu multicultural de esta prueba náutica de referencia. "No he conocido a nadie en el mundo que no conozca la ARC. Es una travesía muy divertida del Atlántico, en la que se conoce un montón de gente formidable de muchas nacionalidades que tiene el mismo objetivo de nosotros: hacer la travesía del Atlántico con seguridad", explica.