La constructora gallega Antalsis, coadjudicataria de la obra del complejo deportivo de la Cícer y en concurso de acreedores desde verano, no sólo tiene deudas con varios proveedores de la Isla, como Derribos y Excavaciones Kiko, Transportes Cerrillal, Acelor Mittal, Hormigones Canarios, Topografía Cedres y también Grúas y Montajes Canarios, entre otros, sino también con empresas nacionales en Valladolid y Galicia, y extranjeras en Portugal.

Francisco Huertas, director de comunicación y Marketing de Ingesport , la otra entidad adjudicataria del gimnasio de la Cícer que tomó el pasado febrero las riendas de la dirección y construcción del proyecto, afirmó ayer que ellos también se han visto afectados por los impagos de la constructora coruñesa en otras ciudades, donde ha ejecutado proyectos similares al de la Cícer, como en Valladolid, donde la deuda asciende a 2,5 millones de euros, y en Lisboa, donde Antalsis no les ha abonado 500.000 euros, según apuntó Huertas, por lo que han demandado a la constructora en los tribunales, por lo contencioso-administrativo. Un portavoz de Antalsis negó esas cuantías, pero no las concretó.

Asimismo, ante la reclamación de la deuda que hicieron los acreedores afectados de Antalsis a la concesionaria Go Fit el pasado martes, Huertas subrayó que "Ingesport no tiene ningún tipo de responsabilidad civil subsidiaria ni solidaria con los proveedores", y que "han pagado siempre todas las certificaciones de Antalsis".

Por otra parte, Huertas sostuvo que con los 366.000 euros del aval que Antalsis les abonó para compensar los daños causados, "Ingesport pagó parte de los primeros proveedores que estuvieron en la obra a los que no hizo frente Antalsis", como también afirmó Carmen Sosa, directora de operaciones en Canarias, pero la agrupación de acreedores canarios lo niega.

En Galicia, Antalsis también ha dejado un agujero económico de unos ocho millones de euros, según afirmaron varias empresas locales que subcontrató para la construcción del nuevo estadio municipal de fútbol y de la sede de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega) en la localidad de A Estrada. Hace dos años el nombre del presidente de la constructora , Luis Vilariño, apareció relacionado con la Operación Campeón, donde el empresario negó que fuera el testaferro del exministro de Fomento José Blanco y que éste favoreciera a su entidad con concesiones de obras públicas.

La gestión de la obra de la Cícer ha despertado las críticas de la oposición política. Pedro Quevedo, portavoz de Nueva Canarias, acusó de "irresponsabilidad y el electoralismo" al alcalde Juan José Cardona, y el concejal socialista Alfonso Campoamor calificó de "inadmisible que Cardona mire para otro lado mientras la obra deja un pufo de más de 500.000 euros a estas empresas canarias".