De un tiempo a esta parte no hay debate plenario en la ciudad en el que no salgan los casos de corrupción que enfangan cada vez más al Partido Popular. La sesión de ayer se caldeó nada más iniciarse el debate de las mociones con una salida de pata de banco del popular Juan José Cardona, que llamó chulo al responsable de Turismo, Pedro Quevedo, por rechazar una moción sobre turismo del PP. El cruce de acusaciones lo cerró el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, al echarle en cara al exalcalde popular toda la ristra de casos de corrupción de sus colegas de partido que no paran de aflorar a lo largo del territorio español. El error del socialista Mario Regidor que votó, por error, la moción del PP para impulsar el turismo en la ciudad, ayudó a relajar los ánimos. "¡Qué valiente!", pensó Beatriz Correas, antes de comprobar que el espíritu de Regidor no se encontraba en ese momento en el Salón Dorado. Fue Cardona el que empezó metiendo el dedo en el ojo a cuenta de las dietas que han estado cobrando por asistir a plenos y comisiones los concejales de Podemos y Las Palmas de Gran Canaria Puede, Sergio Millares y Diana Mujica, pese a tener dedicación exclusiva y estar a sueldo de la Consejería de Educación, en comisión de servicio, al ser profesores. "Dijeron el mes pasado que iban a devolver las dietas y ahora entiendo que no va a ser así. Esto es una tomadura de pelo", se quejó el popular. Doreste insistió en que el cobro de dietas fue un error motivado porque no estaban a sueldo del Ayuntamiento, sino de Educación, por lo que ayer se acordó que empezarán a cobrar sus salarios del Ayuntamiento. "Lo que ha ocurrido ha sido un error, que se corregirá; nada que ver con los 1.700 cargos del Partido Popular que están podridos. Lo de ustedes no son manzanas podridas, es un manzanal podrido que nos va a dejar a todos sin sidra", le espetó el concejal de Podemos zanjando el asunto. Ya fuera del pleno, miembros del tripartito apuntaron al banco vacío de Sabroso que "está arbitrando fuera, pese a a cobrar dedicación exclusiva", mientras los populares llamaban la atención de que los sueldos que cobrarán Millares y Mujica supera tres veces el sueldo mínimo, pese al compromiso de su grupo.
Cardona se empleó también a fondo contra el Plan de Rescate Social, que tachó de "fraudulento" porque es "continuidad" de las medidas del anterior mandato, durante el debate de una moción presentada de manera conjunta con Ciudadanos y Unidos por Gran Canaria.
El concejal de Cohesión Social, Jacinto Ortega, se congratuló del inusitado interés del PP por los temas sociales y le recordó los recortes en la ayuda a domicilio que protagonizó el exalcalde al principio de su mandato, y que luego rectificó en parte, debido al gran rechazo que provocaron. "Llegaron a negar una ayuda de cien euros para transportar alimentos", recriminó Ortega. Mientras Cardona hablaba de que el 90% de las medidas del Plan de Rescate ya estaban, Beatriz Correas, de Ciudadanos, y Ángeles Batista, de Unidos por Gran Canaria, echaron en falta políticas de formación y empleo. Antes de defender la moción, Cardona se disculpó -y era la segunda vez que lo hacía- por llamar "chulo" a Quevedo. "Reitero mis disculpas ante mi salida de tono. Fue una calificación absolutamente inapropiada y me culpo de no haberme controlado. Una persona que ha sido alcalde de esta ciudad no puede actuar así", se flageló Cardona, a quien el tripartito le aplicó, en varias ocasiones, la medicina que solía usar su gobierno en el mandato anterior y esperó en vano la respuesta a varias preguntas. No fue el único de la oposición.