El presidente del grupo Boluda Corporación Marítima, Vicente Boluda, criticó ayer que el Gobierno no haya negociado antes con el sector de la estiba y ahora se dedique a "asustar", y apostó por una liberalización progresiva. Boluda manifestó que tanto los estibadores como las empresas están poniendo de su parte en la negociación, pero "llevamos dos años" sin que "el que va a sacar la ley" se haya sentado a negociar, ya que el problema "no ha empezado ayer ni anteayer", indicó al ser preguntado por la huelga anunciada por los estibadores.

"Lo que no se puede hacer es de la noche a la mañana asustar, poner el bombardero a tirar bombas", ya que, dijo, el Gobierno, "aparte de asustar, ni siquiera ha sacado el decreto ley". El empresario, que está presente a través de su corporación en distintas actividades marítimas, como los remolcadores, las terminales portuarias y las propias líneas marítimas, es consejero de la Autoridad Portuaria de Valencia y presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios. Boluda puso como ejemplo que el proceso en Francia ha tenido una solución, según la cual durante 15 años "se va abriendo el mercado poco a poco de manera que en ese tiempo se haya jubilado o prejubilado el 80 % de los que están hoy".

Sobre si hay margen para negociar hasta la huelga anunciada, expresó sus dudas de que sea el viernes cuando el Gobierno apruebe el decreto ley. La sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de diciembre de 2014 ha estado ahí "desde hace dos años", recordó.

Dos nuevos remolcadores

Boluda hizo estas declaraciones durante la entrega de dos remolcadores, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, se pronunció también al respecto al ser preguntado por los periodistas. Martínez aseguró que todos los puertos desean que se llegue a un acuerdo y las partes tengan "la suficiente flexibilidad" para "no poner la economía española en una situación complicada". El presidente de la naviera Balearia, Adolfo Utor, se pronunció también sobre la huelga de estibadores, de la que dijo que, si hay un acuerdo, tiene que ser global para cumplir la sentencia de Europa.