El Puerto y el Cabildo insular se han comprometido a construir 152 nuevos amarres en la dársena menor del muelle deportivo -donde se sitúa la vela latina- con el fin de albergar a los participantes de la regata Mini Transat durante los próximos dos años, mientras que el Ayuntamiento correrá con los gastos de publicidad y soporte a los navegantes que generará esta prueba deportiva en la ciudad -unos 200.000 euros anuales-, que este año cumple 40 años.

El muelle deportivo, en el que hay 1.160 amarres, no dispone de suficiente espacio para albergar a los 85 veleros que participan en esta competición entre La Rochelle (Francia) y la isla Martinica además de los barcos de apoyo. Más si cabe cuando en octubre, fecha en la que se disputa la Mini Transat, comienzan también a llegar a la ciudad las embarcaciones que participan en la ARC.

Las Palmas de Gran Canaria será la única ciudad que pisarán los navegantes durante su travesía por el océano Atlántico. Una competición en la que se pone a prueba la habilidad de los marinos ya que navegan solos en veleros de 6, 5 metros y sin apenas ayuda técnica salvo para recibir el parte meteorológico y estar localizados con un GPS en caso de problemas.

La sede del Cabildo grancanario fue ayer el escenario donde el presidente de la institución insular, Antonio Morales; el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, y el edil de Turismo, Pedro Quevedo, rubricaron este acuerdo, que según señalaron los tres mandatarios ayudará a la capital y a la Isla a posicionarse como destino náutico y a diversificar la economía más allá del turismo de sol y playa.

Obra

La construcción de los nuevos amarres, así como los servicios necesarios para los navegante, costará un total de 436.208 euros, que serán abonados al 50% por el Puerto y el Cabildo insular. Los amarres se dispondrán en 7 pantalanes y no se construirá nada sobre tierra.

Al proyecto, que ya ha salido a licitación pública, se han presentado nueve empresas; en las que se incluye alguna constructora peninsular, se espera que pueda ser adjudicado a principios del mes de marzo. Precisamente, para agilizar la obra, el consejo de administración del Puerto ha dado vía libre al presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas para que sea él quien decida, tras escuchar los informe técnicos pertinente, qué empresa será la encargada del proyecto. La decisión deberá ser aprobada, después, por dicho órgano.