La Audiencia de Las Palmas juzgará el lunes a un senegalés al que se acusa de fletar desde el Sahara tres pateras que intentaron llegar a Canarias en 2015, entre ellas una en la que murieron ocho personas, tras semana y media a la deriva.

La Fiscalía sostiene que Mamadou S. M. pertenece a las mafias de tráfico de inmigrantes establecidas en El Aaiún (Sahara Occidental) que fletan muchas de las pateras con destino a Canarias.

Varios de los inmigrantes llegados a las Islas en los últimos años mencionan a tres varones subsaharianos, no marroquíes, que están relacionados con estas mafias. Se trata de Fayale, Sane y Mohamed. Este último ha sido identificado por los agentes mediante la foto de su perfil en Facebook. Su nombre es Mamadou S. M. y llegó a Canarias en patera el 13 de julio de 2015 haciéndose llamar Faly Baba. La Fiscalía le acusa de haber fletado tres pateras en 2015: una que fue rescatada el 13 de marzo a más de 300 kilómetros de las islas con 13 personas a bordo, otra que fue interceptada el 30 de mayo cuando se dirigía a Lanzarote con 18 ocupantes, y una tercera a la que se socorrió el 13 de julio a 33 kilómetros de Gran Canaria con 33 inmigrantes (entre ellos, él).

La primera de ellas fue encontrada en circunstancias dramáticas: sus ocupantes llevaban diez días perdidos en el océano, sin víveres ni agua suficientes. Cuando llegó la ayuda, ocho de las 21 personas a bordo habían muerto y sus cuerpos fueron arrojados por la borda. Una embarazada perdió a su bebé por la deshidratación.

Penas de 24 años de cárcel

La acusación pública sostiene que Mamadou S. M. era consciente de que las barcas no reunían las condiciones necesarias para navegar hasta Canarias con seguridad y de que los inmigrantes arriesgaban su vida. "Tenía conocimiento de que en algunas de las expediciones que organizaba junto a los llamados Fayale y Sane fallecían personas", añade el escrito del Ministerio Público.

La Fiscalía le imputa tres delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en concurso con ocho homicidios por imprudencia y reclama por cada delito ocho años de prisión. Junto a él se sentará en el banquillo el ciudadano gambiano Babacar B. Se le acusa de haber aceptado el encargo de patronear la patera que estuvo diez días en el mar. En su caso, se expone a una posible condena de cinco años.