Los lectores de LA PROVINCIA y de La Opinión los han elegido como mejor restaurante. ¿Por qué creen que han conseguido impactar al público de esta manera?
En el año y medio que llevamos yo creo que lo que el público ha valorado es ante todo nuestra cercanía, el ambiente y nuestra apuesta en la carta. Hemos conseguido llegar un nicho de mercado muy demandado pero que no estaba tan explotado en la ciudad. El cliente quiere que le ofrezcan una comida saludable y ecológica y esto es justamente lo que garantiza la gastronomía km 0.
¿En qué consiste la gastronomía km 0?
La filosofía es comprar directamente a productores, que estén a un radio de 100 kilómetros de nuestro local. Además los productos deben ser ecológicos.
¿Cuál es el estilo que siguen con sus platos?
Nosotros nos consideramos un restaurante canario porque usamos productos de aquí pero no por ello nos limitamos a hacer los clásicos. Hacemos versiones, con matices propios, para crear un impacto distinto del original. Queremos innovar con los productos de siempre.
¿Y cuáles son los platos que los clientes más valoran?
La verdad es que hemos hecho muchos cambios en la carta en el tiempo que llevamos abiertos pero hay dos platos que nunca hemos tocado porque el cliente los demanda siempre. El primero es La santa ensaladilla, que elaboramos con batata de Jable de Lanzarote, cherne salado y gambones salvajes. El otro es las papas negras arrugadas con nieve de mojo rojo.
Han puesto mucho esfuerzo en crear un ambiente especial...
Sí, siempre lo tuvimos en mente. El local es muy acogedor pero también tiene un toque formal. Con el mobiliario y los papeles de las paredes de motivos florales se proyecta un estilo tropical en el sitio, muy jazz. El ambiente que se crea es una llamada de atención importante para el público. Quisimos que fuera algo juveni pero más sofisticado al mismo tiempo. La música también acompaña. Suele ser relajada, instrumental. De hecho, primero surgió el concepto del local y de su decoración y luego llegó la idea de cómo podíamos enfocar la carta. Al final también es un menú tropical, con un toque nuevo.
Por cierto, llama la atención el nombre. No parece que tenga tanta relación con este ambiente.
Pues es que es curioso, porque todo el mundo se espera una historia interesante detrás de la elección del nombre. En realidad es una mezcla de los apellidos de los dos socios fundadores: Santiago Sánchez y Carlos Toun. Pues el nombre quedó en San-To.
Entre las razones para ganar el premio habla de la cercanía. ¿Cómo han trabajado este aspecto?
Sobre todo se consigue por nuestro servicio en sala. Todos son unos grandes profesionales que se encargan de que el cliente esté cómodo.Son muy cercanos y el público suele valorar este aspecto muy positivamente, al menos en el feedback que hemos recibido.
¿Qué impacto ha tenido en ustedes el premio del público?
A nivel personal, grandísimo. Siento que estamos por el buen camino. Para la clientela imagino que también será positivo. Si había algún indeciso este reconocimiento seguro que consigue decidirlo para que venga.
Desde su experiencia como chef, ¿qué diferencia este local de otros?
Yo he trabajado en varios restaurantes de Madrid y de Las Palmas de Gran Canaria y lo mejor de este local es que somos un equipo muy joven, con 25 años de media. Eso se nota en el ambiente de trabajo y en el local, porque aprendemos unos de otros y le ponemos muchísimas ganas y amor a nuestro proyecto.
¿Tienen planes concretos para el futuro?
Siempre estamos adaptando el menú a nuestro público. La intención es cambiar pero siempre manteniendo esa línea que nos hace tan especiales. Hemos empezado hace poco así que aún queda mucho por delante.
