La Asociación de Vecinos La Barriada de Guanarteme y Chile realizan estos días un llamamiento de auxilio para una vecina, Davinia, que, sufre una enfermedad que la paraliza. Colaboradora en la Comisión de fiestas del Pilar, la joven perdió la movilidad en sus piernas ocho meses después de dar a luz y, según explicó, "los servicios sanitarios no encuentran ni la causa, ni la cura" a los numerosos síntomas que presenta.

Según cuenta su hermana, en un primer momento, Davinia, con 33 años y dos hijos, quedó incapacitada para andar, tras dar a luz a su segundo hijo. A partir de ahí, Davinia iba de hospital en hospital, probando suerte, en busca de una solución para los repentinos e inesperados síntomas que tenía y sigue sufriendo la joven. Síntomas que, con el tiempo, se han ido intensificando y sumando a las frecuentes parálisis, taquicardias, desmayos y continuos problemas digestivos. Su hermana asegura que pesaba 74 kilos y en tres meses se quedó en, tan solo, 48 kilos, dado que "todo lo que come le sienta mal y lo evacua".

Los resultados de los distintos estudios que se ha realizado Davinia dan negativo y, según su hermana, las veces que han acudido a servicios de urgencias intentan "parchear" la situación, sugiriendo que está todo correcto, cuando, en realidad, los peculiares síntomas continúan atormentando a la vecina de Guanarteme, que sigue sin fuerzas para caminar y moviéndose como puede en taca-taca o en silla de ruedas.

Escasa atención

Tanto Davinia como su hermana están indignadas con la escasa acción de la sanidad pública. Dicen haber sido "desahuciadas por la sanidad pública" ya que no están siendo atendidas como requieren.

Con el objeto de encontrar una respuesta a su imprevista inmovilidad, Davinia y su hermana, apoyadas por los vecinos de Guanarteme, hacen un llamamiento en los medios y redes sociales a todos aquellos que estén dispuestos a ayudarla, dado que la chica empeora por momentos. A pesar de que ambas tachan la situación que están viviendo de "desesperante", la paciente nunca ha dejado de luchar con la que, considera, es su mayor arma: su sonrisa y su actitud positiva.