Vivir una situación real para poder evaluar la instrucción que llevan a cabo los soldados. Fue uno de los objetivos principales de los ejercicios prácticos que llevó a cabo hace unos días el Regimiento de Artillería Antiaérea número 94 en la zona militar de La Isleta, y que irritó a algunos vecinos por el ruido de los cañonazos, misiles y ametralladoras, así como de las ráfagas de fuego real que hubo en horario nocturno. Los soldados tenían que disparar a aviones radiodirigidos como si fueran el enemigo. Dicha práctica forma parte del programa anual de preparación que tiene la unidad, dependiente directamente del Mando de Canarias. Su misión: la defensa antiaérea de Canarias.

El Regimiento de Artillería Antiaérea, número 94, tiene, sin embargo, un protagonismo más lúdico en la ciudad en unos días. Y es la participación en las fiestas de La Naval con motivo de la conmemoración de la defensa de la ciudad por parte de los milicianos de la guarnición que había en 1595 en el castillo de la luz y del pueblo canario contra el ataque corsario de los ingleses France Drake y John Hawkins. Su papel se debe a que es el heredero de la primera batería de montaña que se creó el 4 de abril de 1900 en unos terrenos de La Isleta, conocido como el cuartel Lomas Coloradas.

El sábado 13 participarán en una parada militar delante del castillo de La Luz, en la que se dará honores a los artilleros y ciudadanos heroicos y se alzará el pendón de la fortaleza. Por la mañana, en los jardines se inaugurará además una exposición sobre los sistemas de defensa que tiene la unidad, dirigida por el coronel Carlos Castrillo Larreta-Azelain.

Composición

Actualmente, el regimiento de Artillería Antiaérea 94, cuya actual denominación data de 2008, está compuesto por 363 hombres y mujeres, representando estas últimas el 14% de la unidad. El 78% de los soldados son canarios.

Los datos han sido proporcionados por el propio Regimiento de Artillería Antiaérea 94, ubicado en la Base General Alemán Ramírez, y que está formada por una PLMM -un órgano auxiliar al mando del coronel formado por tres áreas en las que se incluye personal, asuntos generales, apoyo logístico, información, instrucción y operaciones, recursos económicos, expedientes- y un grupo antiaéreo de seis baterías compuestas por un PLM, dos cañones 35/90, una Mistral, una Nasams y una batería de servicios-.

Los ejercicios prácticos forman parte de la formación y adiestramiento que habitualmente tienen los soldados de la unidad, tanto de forma colectiva como individual. Primero para el combate, en general, y para la defensa antiaérea de puntos vitales del Archipiélago, en particular. Pero también para la defensa antiaérea de unidades operativas terrestres, así como de fuego real con material antiaéreo. El Regimiento de Artillería número 94 participa además en adiestramientos conjuntos organizados por el Mando de Artillería Antiaérea y por el Mando Aéreo de Combate, donde intervienen, por ejemplo, las aeronaves del Batallón de Helicópteros de Maniobra VI, con base en Los Rodeos, o aeronaves del Ala 46 del Ejército del Aire, de Gando, para dar mayor complejidad a los ejercicios.

La idea es llevar al equipo formado a que actué como si se enfrentará a un enemigo real y para ello recrean un ambiente de conflicto bélico como el que se desarrolla en algunas partes del mundo. El equipo que hace la función del enemigo trata de llevar a los soldados a una situación límite para que pongan a prueba todo lo aprendido.

Es el peculiar juego que desarrollan los soldados en el campo de maniobras y de tiro de La Isleta, donde también se preparan físicamente porque para cumplir con las misiones que se les encomiendan es fundamental estar en forma. Cuantas más veces se ejerciten en las tareas más automatización cogerán y, por tanto, reducirán los tiempos de respuesta en situaciones reales, donde las decisiones deben ser rápidas para salvar la vida.

En este sentido, los soldados se entrenan a diario para mejorar sus resistencia, velocidad, fuerza y agilidad; parámetros que son evaluados anualmente en un Test General de la Condición Física. Una de las pruebas para comprobar la condición física en la unidad y su cohesión es una marcha de 10 kilómetros con 20 kilos de pesos de material que se debe completar en menos de 90 minutos. El objetivo, en este caso, es comprobar cuanto espíritu de compañerismo y de fortaleza hay en el equipo ya que en caso de combate tendrá que actuar como un todo.

Los soldados que conforman las diversas baterías reciben además instrucciones acorde con la función de puesto táctico que desempeñan.

Simuladores

Las unidades utilizan en ocasiones simuladores tanto internos como externos a La Isleta para recrear situaciones de peligro real como los existentes en la Academia de Artillería de Segovia. Cada sistema de armas dispone además de programas de este tipo para un conocimiento más preciso sobre el instrumental que utilizan.

En definitiva, todo el entrenamiento tiene como fin último instruir en situaciones reales que, sin embargo, a lo largo de la historia han ido cambiando en función de cómo ha ido evolucionando el armamento, las misiones y la propia guerra en sí. De este modo, dado las acciones que llevan a cabo las Fuerzas Armadas en el exterior, el Regimiento de Artillería número 94 se prepara para proteger convoyes, contra emboscadas, en el uso de medidas de protección contra incidentes con artefactos, explosivos, emergencias nucleares, bacteriológicas y químicas, en el chequeo de un puesto de control y en el combate en zonas urbanizadas, entre otras situaciones.

Entre las últimas misiones en las que ha participado este Regimiento figura Afganistán, Malí, Líbano y Turquía. En este último país, hay doce militares en la llamada Unidad Patriot, que defiende la ciudad turca de Aduana contra posibles misiles balísticos desde Siria.

El uso de fuego real en los ejercicios prácticos tiene además como finalidad comprobar que el material que se usa está en óptimas condiciones. En La Isleta se utilizan tiros de cañón 35/90 sobre aviones ABRD -aviones blanco radio dirigidos- y, en ocasiones, aviones blancos de la Unidad de Blancos Aéreos del Mando de Artillería Antiaérea. En todo momento la seguridad está garantiza ya que se reserva el espacio aéreo y marítimo necesario para que ningún proyectil o fragmento pueda causar daños tanto a personas como a bienes. Además se cuenta en estos casos con la colaboración de la Guardia Civil, el centro de Control Marítimo y la Escuadrilla de circulación aérea operativa de Las Palmas.

Entre el sistema y material de defensa que utiliza el Regimiento figura el Centro de Operaciones de Artillería Antiaérea Semiautomático Medio (Coaaas-M), clave para el mando y control de la defensa antiaérea ya que permite gestionar el espacio aéreo, ver las amenazas, así como el control de las armas que operan y de los radares que están operativos. También el radar de exploración RAC 3D, utilizado para la detección de aeronaves en baja y muy baja altura hasta una distancia de 100 kilómetros. Y el cañón antiaéreo ligero 35/90, uno de los más modernos para actuar contra naves a baja y muy baja altura, que tiene una velocidad de tiro de 1.000 disparos al minuto y un alcance de 4.000 metros.