La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas condenó a 25 años de prisión a la mujer que asesinó a palos a su hijastro de nueve años de edad, el 8 de mayo de 2016 tras discutir con él. Y sentenció al padre a dos años de cárcel por maltrato habitual.

El Tribunal del Jurado declaró culpable a Na Li, del delito de asesinato y maltrato habitual. Igualmente señaló culpable al padre del menor por no evitar que su pareja maltratara al niño.

El juez, Miguel´Ángel Parramón condenó a la procesada a 23 años de cárcel por el delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco y dos años de prisión por maltrato habitual. Delito que también le impone a Rongchao, progenitor del niño, condenándole a dos años de cárcel.

El magistrado calificó "intolerable" la gravedad del maltrato que sufrió el menor durante su corta existencia. De igual forma, los sentenciados deberán indemnizar a la madre biológica del menor con 300.000 euros, de los cuales, responderán solidariamente en la cantidad de 30.000 euros Na Li y Rongchao y el resto la procesada.

También fueron sentenciados a la prohibición de acercarse a 500 metros, y comunicarse con la madre del niño, Na Li durante 45 años y Rongchao cinco. Asimismo, la procesada es condenada a la privación de la patria potestad del hijo que tuvo con Rongchao que actualmente tiene seis años.

Los hechos

Na Li mantuvo una relación con Rongchao desde el año 2010, con convivencia hasta la fecha de los hechos. En el año 2013 tuvieron un hijo en común.

En junio o julio de 2015, Rongchao viajó a China a buscar a su hijo Junhua y desde entonces los cuatro vivieron juntos en Las Palmas de Gran Canaria. Na Li confesó en el juicio que al principio, tras la llegada del menor, ambos tuvieron muy buena relación, llegando el niño a decirle "mamá" lo que "emocionó"mucho a la asesina confesa. Sin embargo, explicó la mujer que al poco tiempo comenzó a tener problemas con su hijastro porque este no quería estudiar, así que decidió "corregirlo"pegándole.

La sentencia recoge que la autora del crimen "con evidente ánimo de menoscabar la integridad física" del menor lo agredió "violentamente" en numerosas ocasiones. Como consecuencia de esto, Junhua sufrió distintas lesiones, como fracturas de costillas, fracturas en masas laterales S 1, bilateral y S 2 derecho, así como una en la tibia de la pierna izquierda.

El juez consideró probado que el menor no recibió asistencia médica por ninguna de estas heridas. Así como que la procesada investigó en internet sobre como ocultar las lesiones que le ocasionaba al menor. Haciendo también que el niño faltara a clases durante 62 días para evitar que en el colegio se percataran de las heridas.

La tarde del 8 de mayo de 2016, Na Li estaba con el menor en la vivienda familiar y ella se molestó con él por causas que se desconocen. Por ello, comenzó a golpearlo reiterada y fuertemente con la mano durante unos 40 minutos por todo el cuerpo. Después lo duchó con agua fría y lo dejó en su cuarto.

La acusada regresó a la habitación del menor y conversó con él, y como no le gustó lo que el respondió, agarró un palo de madera de 25 centímetros de largo y cinco de ancho con punta metálica en el centro y lo golpeo por todo el cuerpo, incluyendo los testículos. El menor trató de quitarle el arma, pero eso enfureció más a Na Li, que lo atacó "con más violencia" pese a las quejas de dolor del menor.

A consecuencia de la brutal paliza, el niño sufrió politraumatismos con rotura de huesos, erosiones en piernas y abdomen, múltiples hematomas en el cuerpo, iniciando una agonía muy dolora que produjo un shock traumático asociado a un shock hipovolémico que le causó la muerte entre las 23.00 y 24.00 horas.

La sentencia también revela que la asesina era consciente que con todos los golpes que le propinaba al menor con el palo, podía causarle la muerte.