El acusado de cometer abusos sexuales a la hija de su nuera cuando tenía nueve años de edad, mientras recibía la visita de la menor en su domicilio ubicado en Marzagán, negó los hechos y aseguró ayer que "la niña se inventó todo" y que "jamás" la tocó.

En el juicio celebrado en contra de Sixto S. S., por un delito de abuso sexual a una menor de 16 años, el imputado afirmó que "quería a la niña como a una nieta, al igual que a sus tres hermanos". Asimismo, aseveró que "nunca tuvieron conversaciones de índole sexual y que es inocente".

"Yo la llevaba a mi trabajo siempre porque a ella le gustaban las cabras, tanto, que parecía una veterinaria, ponía vacunas, los cuidaba, les daba comida y todo", relató Santana. También, enfatizó que jamás le puso una mano encima a la niña "con malas intenciones".

De igual forma, declaró que sufría de disfunción eréctil desde el año 1997, después de que le colocaran un marcapasos. Sin embargo, no le comunicó a la familia de su dificultad para mantener una erección, por lo que sostuvo que no sabía cómo la niña se había enterado.

"Ella me llamó para decirme que me metería en los juzgados y yo le dije que se lo pensará bien, porque con mentiras no se le llega a un juez", sentenció Santana.

La víctima aseguró, a preguntas de la fiscal, Inés Herreros, que desde los nueve años sufría abusos por parte del acusado, al que consideraba su abuelo.

"Comenzó hablando de sexo, luego me hacía tocarle el pene y me insistía en que le hiciera felaciones. También intentó penetrarme e introducía sus dedos en mi vagina", afirmó la joven entre lágrimas.

La menor le contó los hechos a su psicóloga, después de que los padres la llevarán a consulta, tras notar que su hija tenía un "comportamiento extraño". Y fue la especialista quien les indicó que la niña estaba siendo abusada.

El escrito de la Fiscalía reveló que, desde 2010 y hasta 2015, el imputado comenzó a abusar sexualmente de la menor en un corral de su propiedad, ubicado en Marzagán.

Además, destacó que a partir de 2013, cuando la joven empezó a desarrollarse, este aumentó los abusos y "con ánimo lascivo" logró que la niña le mostrase los genitales y el pecho, para después tocárselos. También, intentó penetrar a la menor en múltiples ocasiones y llegó a introducirle el pene en la vagina, a pesar de sufrir de disfunción eréctil.

Por ello, la fiscal solicitó diez años de prisión para Sixto S. S., por el delito de abusos sexuales a menor de 16 años. Asimismo, incrementó la petición de 30.000 a 120.000 euros por responsabilidad civil al considerar que lo sucedido supone "la muerte en vida" de la víctima que sufre de trastornos de sueño y ansiedad, producto de estos hechos.

El letrado de la defensa solicitó la libre absolución, pues afirmó que no hay pruebas que incriminen a su cliente.