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Un canario rumbo al Caribe

El empresario Miguel Rondon será el único isleño en esta edición de la Minitransat l La dura carrera en solitario hará escala en la capital a final de mes tras partir de Francia este domingo

Un canario rumbo al Caribe

La afición por el mar le vino desde muy temprano. El grancanario Miguel Rondon llegó a ser preolímpico, pero nunca pudo ir más allá. Ahora, a sus 58 años, está a punto de cumplir un sueño: cruzar el Atlántico hasta tocar el Caribe a lomos de un velero. La nueva edición de la Minitransat La Boulangère partirá el próximo 22 de septiembre del puerto de La Rochelle -Francia- rumbo a la isla de Martinica. Rondón será el único isleño en una mítica competición que, con 90 participantes -, ha alcanzado en esta ocasión una cifra récord tras más de 20 ediciones. Será a finales de mes cuando las pequeñas embarcaciones realicen su única escala en el camino; lo harán en el Muelle Deportivo de la capital grancanaria, consolidando así a la ciudad como un referente a la hora de unir ambas orillas del océano.

"Era un sueño que hasta ahora no había podido cumplir, por lo que estar ahí ya es un éxito", señaló Rondon hace unos días, mientras dejaba todo listo antes de partir a tierras galas. Son los últimos días que pondrán colofón a meses de preparación, unas jornadas en las que La Rochelle se convierte en todo un hervidero de navegantes de medio mundo. Su embarcación cuenta con apenas seis metros de largo, pues, precisamente, la Minitransat se caracteriza por utilizar este tipo de barcos, con medidas máximas permitidas de 6,5 metros. "Todo está diseñado para que pese lo mínimo y pueda ir más ligero", indicó este empresario de la restauración.

Rondon comenzó a prepararse hace unos 13 meses, un tiempo que podría considerarse escaso, "pues hay quien ya se está entrenando para la edición de 2021", apuntó. Una tarea en la que contó con la ayuda del Real Club Náutico de Gran Canaria, al que ha estado ligado desde que era niño. Esta carrera, la cual se celebra cada dos años, está considerada como una de las más duras del mundo entre los navegantes. La ausencia de escalas, a excepción de Gran Canaria, el ir en solitario y las reducidas dimensiones de los veleros son cuestiones que hacen a más de uno plantearse echarse a la mar o no.

"A base de mucho esfuerzo", remarcó Rondon, consiguió hacer las 1.500 millas necesarias para poder estar clasificado para la Minitransat. "Ha sido un año durillo, pero lo conseguí", apuntó. Para lograr estar en la lista de privilegiados los aspirantes deben realizar un circuito que normalmente discurre por Francia, España e Italia, explicó Rondón; pero que, en su caso, consiguió que la admitieran una travesía por aguas de la Macaronesia.

El empresario partió el otoño pasado del Puerto de la capital grancanaria para poner rumbo a Fuerteventura y Lanzarote. Tras superarlas se dirigió a Madeira, para después retomar el camino hasta el Archipiélago y dar la vuelta a La Palma, La Gomera, bordear Tenerife y regresar así a su ciudad natal, detalló. La clave de esta prueba clasificatoria se encuentra en no realizar escalas durante el viaje, al igual que ocurre en la competición real; estas solo se permiten "en caso de emergencia" resaltó el regatista.

Y, precisamente, al acercarse a Madeira un fuerte temporal de mar, en pleno mes de diciembre, le obligó a interrumpir su travesía unos días. "No tuve otro remedio que fondear en Funchal", señaló. A pesar del contratiempo, logró culminar con éxito el viejo clasificatorio. "Llegué hecho polvo", apuntó. "Encima, el 31 de diciembre, al día siguiente de llegar a la Isla, tenía que plantarme en La Rioja para una cena familiar", indicó recordando el cansancio de aquellos días. Toda una odisea para este preolímpico hace tres décadas.

"Me he dedicado toda la vida a la vela ligera". Sobre sus espaldas quedan años de experiencia en la mar, llegó a estar en la etapa clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984; mientras que una competición de estas dimensiones no se había puesto en su camino. "Ahora es el momento de cumplir este sueño, a mi edad puedo desentenderme más del trabajo", señaló en conversación telefónica antes de partir a Francia. "Veremos qué tal, la Minitransat se considera de locos porque es muy dura", resaltó.

Precisamente, este grancanario será de los mayores en la prueba, el más veterano de los participantes tiene 64 años. "La mayoría tiene entre 20 y 30 años, es un gran salto para profesionalizarse", indicó Rondon. "La mayoría son franceses", apuntó, no obstante, la afición a este deporte en el país galo está mucho más arraigada que en el Archipiélago.

Esta será la segunda ocasión en la que la Minitransat haga escala en la capital. El hostelero Rondon indicó que esto "puede suponer todo un impulso a la vela para darla a conocer más". La estancia durará un mes, aproximadamente, pues los 90 participantes -ocho mujeres y 82 hombres- llegarán al Muelle Deportivo entre finales de septiembre y primeros de octubre. Ya será el dos de noviembre cuando partan al Caribe, a la espera de que termine la temporada de huracanes en el Atlántico.

No obstante, la ciudad ya ha tomado presencia en la competición. Una delegación de las concejalías de Turismo y Ciudad de Mar del Ayuntamiento, además de grupos privados ligados al Puerto -Femepa, Clúster Marítimo y Proexca- mantienen estos días reuniones con empresarios franceses en la feria Náutica Grand Pavois, que desde mañana acogerá a más de 800 expositores internacionales. Sin duda, la Minitransat es todo un escaparate en el que Rondon intentará salir victorioso.

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