La plancha a tope, la freidora a todo gas, los fídeos y el arroz a punto de cocción. Un grupo de chicos y chicas de la Escuela Japonesa de la capital grancanaria lo están dando todo este fin de semana ante los fogones para sacar decenas y decenas de platillos con motivo del Bon Odori, una fiesta para dar la bienvenida a las almas de los ancestros. El sabor y el aroma a yakisoba (tallarines fritos) y a takoyaki (albóndigas de pulpo) invadió durante toda la jornada de ayer los aledaños del Mercado del Puerto. Una cita que se abre a la ciudad por cuarta ocasión, hasta la tarde de este domingo, con la intención de dar a conocer diferentes aspectos de la cultura nipona.

Al mando de los fogones está Chikako, madre de Hiroshi Saito, actual presidente de la asociación cultural Dentou. El grupo de jóvenes no para, pues hay que servir a un buen número de comensales. Entre estos está Iara Ramírez, quien lleva cuatro años asistiendo a la mencionada escuela, "de manera intermitente eso sí", recalca. "Me apunté porque quería conocer y estudiar algo diferente", añade. Y es que los alumnos del centro no solo aprenden la difícil tarea de conocer la escritura y la lengua japonesas, si no que también tienen la oportunidad de sumergirse en su rica gastronomía.

El yakisoba es el plato estrella en este Bon Odori, recalcan Ramírez y sus compañeros. Fideos fritos, carne de cerdo y pollo, cebolla y otros vegetales, varias salsas al gusto y un toque de algas. Sin duda, los ingredientes logran atraer a muchos. Porque este es un acto eminentemente gastronómico. Entre los comensales están Óscar Marrero González y Zuleima Estupiñán. "Nos encanta la cultura japonesa, lo vimos por Facebook y vamos a pasar un rato", señala ella minutos antes de darle un buen bocado a un oniguri relleno de salmón; mientras, él prefirió hincarle el diente a los famosos fideos.

Esta pareja de Ingenio fue hasta el Mercado del Puerto con la intención de pasar unas horas inmersos en la cultura nipona. Pues tras estos primeros platos calleron detrás otros de la carta. Pero no solo eso, también se dieron una vuelta por los puestos y compraron varias figuritas del anime Pokemón hechas en 3D. "La verdad es que nunca las habíamos visto, es algo original y distinto", explica ella mientras va mostrándolos.

El artífice de estas figuritas de Pokemón es Daniel Torres González, quien ocupó uno de los puestos en los que se vendió todo tipo de merchandising relacionado con el mundo del manga, el anime y la cultura contemporánea japonesa. "Empecé por hobbie hace unos años y he terminado con una tienda online", explica este ingeniero de telecomunicaciones y quien además da clases de formación en impresión 3D y fabricación digital. "Quería hacer un producto diferenciado de lo que se puede encontrar en cualquier establecimiento típico", resalta.

Torres lleva con Markercan, su negocio, desde hace apenas un año. Este fin de semana está exponiendo junto al Mercado del Puerto desde figuritas hasta portallaveros realizados en madera mediante innovadoras técnicas. Incluso, en el mismo estand cuenta una impresora 3D.

Realmente, el Bon Odori lleva celebrándose entre los miembros de la comunidad japonesa de la capital grancanaria unos 40 años, explica Hitoshi Saito. Hace cinco años decidieron "sacarlo a la calle" en colaboración con el Mercado del Puerto y, tras un año de parón, han vuelto. "Nuestra idea es compartir la cultura de Japón con la gente de aquí, que la conozcan", explica. "Damos a probar productos que no vas a encontrar aquí", recalca.

Rarezas culinarias como los kakigori, unas granizadas tradicionales en Japón que, según Saito, son imposibles de encontrar en otro lugar. Yakitoris (pinchitos de pollo), okonamiyakis (tortilla de verduras) o dulces típicos como los dorayakis completan la carta de este fin de semana en la explanada de la calle Tenerife.

"El mercado siempre ha estado ligado a esta comunidad y creemos que es importante recalcar que en la capital tuvimos el primer restaurante japonés de España hace 51 años", explica Vanesa Santana, gerente del Mercado del Puerto, quien hizo alusiones a los años dorados de la flota pesquera nipona en La Luz y los vínculos que han formado Canarias y Japón en este tiempo.

La música, con actuaciones de la pianista Satomi Morimoto, japonesa pero afincada en Canarias, exhibiciones de kendo (un arte marcial), talleres de juegos como el go y el kendama, y la rica gastronomía nipona seguirán junto al Mercado del Puerto hasta las seis de la tarde de hoy.