Muchos de sus alumnos aún podrán evocar el sonido que hacía el manojo de llaves que Santiago León Ramos López llevaba colgadas de una cadena sujeta al pantalón y que hacía girar, cual aspas de molino, mientras caminaba hacia el aula. No obstante, si hay algo por lo que Chago será recordado será por su espíritu alegre. Con una broma siempre en la recámara, consiguió dejar huella entre aquellos que le conocieron, ya fueran familiares, estudiantes, compañeros o amigos. Y es que todos coinciden en que este profesor jubilado del Colegio San Ignacio de Loyola de Las Palmas de Gran Canaria era una persona "muy especial y vital". De ahí que a muchos todavía les cueste asimilar su muerte, la madrugada del pasado lunes, a los 71 años de edad. Viajero empedernido, amante confeso del folklore canario y la cultura inglesa, quien lo desee podrá darle el último adiós en el tanatorio San Miguel donde será incinerado hoy, a las 13.30 horas. Asimismo, mañana tendrá lugar, a las 19.00 horas, la misa funeral en la parroquia de San Francisco de Borja de Vegueta.

Llegó al mundo en 1948, convirtiéndose en el primogénito de Sofía López y Blas Ramos. A él le seguirían después otros tres hijos más: Blas, Saro y Sofía, con quienes el difunto compartió juegos durante la infancia que aseguran que fue "muy feliz". Y es que eran los tiempos en los que el mar rompía aún en la calle Venegas, donde tenían la residencia familiar desde cuya azotea se lanzaban a la marea o enganchaban las cañas en los días de pesca.

De todo ello se acuerda a la perfección su compañero de fechorías, que no era otro que su hermano Blas, tan solo 11 meses menor que él. Juntos protagonizaron alguna que otra pillería que con los años se convirtieron en las anécdotas recurrentes de cada reunión familiar. Y no importaba cuan trillada estuviera la historieta porque la carcajada siempre salía. "Como aquella vez en la que mientras él decía el Evangelio en la misa de nueve subido a un cajón, porque era muy bajito, otro amigo y yo entrábamos por la sacristía y escondidos le tirábamos del pantalón o le decíamos tonterías y él no podía aguantar la risa y al final la gente también terminaba riéndose aunque no sabían por qué lo hacía él", rememora el otro protagonista de la batalla de la niñez.

Hermanos y amigos

También brotan en la memoria de Blas Ramos las veces en los que Chago y él agarraban al monaguillo de la ermita de San Telmo mientras le daba al fuelle que hacía sonar el órgano "y en medio de la canción dejaba de sonar". A pesar del duro palo que sus hermanas y él se acaban de llevar, no puede ocultar al otro lado del teléfono la risa que le produce recordar cómo ambos corrían a sentarse para evitar ser pillados, aunque en alguna ocasión no escaparan de la regañina.

"Estuvimos toda la vida juntos. Éramos hermanos y, sobre todo, amigos", asevera sin haber podido asimilar la pérdida que ha pillado a todos por sorpresa. Tanto es así que el colegio jesuita donde trabajó por más de dos décadas recibió ayer numerosas llamadas de antiguos alumnos y profesores afectados por lo sucedido, según cuenta el director, Víctor Prieto. "Es que esta noticia no es para él, a mí si me dicen que se han encontrado a un hombre tirándose de un parapente y me lo creo, pero esto me resulta imposible", asegura el cronista de oficial de Telde, Antonio González, con quien compartió claustro durante una década y una amistad que perdura hasta la fecha.

Ambos comenzaron a trabajar como profesores a principios de los 80 en el citado centro educativo donde Ramos empezó como docente de Formación Profesional. Perito industrial de carrera, "la enseñanza era para él algo vocacional". Estricto en lo que a impartir clases se refiere, pero cercano en el trato a los estudiantes de cuyas vidas estaba al tanto incluso después de que abandonaran las aulas. Y es que González asegura que "Chago era muy muy querido". Con un chiste o una broma siempre a punto para la sala de profesores, su buen humor y alegría le convirtieron en un "imprescindible" hasta tal punto que si faltaba por un simple resfriado "su ausencia se notaba".

Además de la comunidad jesuita, Ramos también es conocido en el mundo del folklore canario ya que fue jefe de producción durante la primera y segunda etapa de Tenderete, junto a Nanino Díaz Cutillas. Esto haría de él un gran conocedor de la música de la tierra, así como de los bochinches de cualquier isla, puesto que como asegura su hermana Saro, era un "disfrutón con la comida". También lo era con las fiestas, siendo pocas las que se perdía, ya fueran carnavales o romerías.

Entre sus pasiones también se encontraba viajar. "Hace poco bromeábamos con eso y yo le decía que tuviera cuidado no le fueran a meter en cuarentena en algún hotel por el coronavirus y él me decía que el día que le tuvieran que poner en cuarentena sería en una buena bodega de La Rioja", cuenta González. Eso sí, su destino favorito era Inglaterra, país que visitaba cada año, llegando incluso a pasar temporadas allí al estar enamorado de la cultura británica. No obstante, su última escapada fue a Madrid, donde visitó el Congreso de los Diputados hace tan solo unos días. Así se lo hizo saber a sus familiares y amigos a quienes envió vía Whatsapp una foto en la que se le podía ver en un escaño. La imagen llegó al grupo de sus amistades acompañada de la frase: "no se preocupen, que no les dejo". Una de las tantas gracias de Chago que, en esta ocasión, obtuvo un "necesitamos más hombres de bien como tú en el Gobierno" de su amigo el cronista teldense.

Pero eso no era algo que fuese con Ramos. "Él estuvo desde siempre en el PSOE, pero nunca quiso ostentar ningún cargo público. A Chago lo que le iba era trabajar y luchar desde dentro contra las desigualdades". Esa predisposición también le haría convertirse en un "militante histórico y un referente" dentro del partido tal y como señalaba el alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, en un tuit en el que mostraba públicamente su apoyo a la familia y allegados de Ramos. Todos ellos podrán despedirse de él por última vez en el tanatorio San Miguel donde será incinerado hoy, a las 13.30 horas; o mañana en la misa funeral que tendrá lugar en San Francisco de Borja a las 19.00 horas.