"Somos conscientes de que la recuperación será lenta, pero continua", auguró ayer el alcalde Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, durante su discurso de homenaje a toda la ciudadanía por el esfuerzo que han realizado durante los últimos meses para frenar el avance de la pandemia que ha golpeado a la ciudad.
En un acto atípico y muy emotivo marcado desde su inicio con un minuto de silencio y con pocos asistentes, debido a la reducción del aforo, la tradicional ceremonia de Honores y Distinciones para celebrar el 542 aniversario de la fundación de la capital no contó distinciones de Hijos Predilectos o Adoptivos y sólo se entregó una única Medalla de Oro a toda la sociedad, que se encargó de recoger la enfermera del Servicio Canario de Salud, Isabel Hernández Rodríguez en nombre de todos. En el escenario estuvieron también, además de los miembros de la Corporación, un grupo de personas en representación de todos aquellos colectivos que estuvieron en primera fila de la lucha contra el Covid-19. Leyó el discurso de agradecimiento Lluís Serra Majem, portavoz del comité científico que asesora al Gobierno canario en la actuación respecto a la pandemia.
El regidor se mostró optimista frente a la grave crisis económica y social que ha desatado la pandemia y expresó su convencimiento de que la ciudad saldrá adelante. "Gracias a las más de 110 medidas que hemos aplicado durante esta crisis, hemos enterrado los peores augurios y los mayores temores de una sociedad que busca en nosotros certidumbre. Un motivo extra de ilusión que dé sentido a tantas noches de desvelos. A esas madrugadas peregrinas en las que abordamos sentimientos comunes: Si saldremos adelante tras la pandemia, si mantendremos nuestro empleo o si recuperaremos nuestro estilo de vida, en una ciudad con tanto encanto y magia como " esta.
Este 542 aniversario de la ciudad "será recordado por el esfuerzo de una sociedad por cicatrizar sus heridas tras la crisis sanitaria; por cauterizar el presente con un nuevo e ilusionante horizonte", manifestó Hidalgo, que trajo a la memoria las numerosas epidemias que han golpeado al municipio a lo largo de los siglos, llegando en más de una ocasión a diezmar su población. Entre ellas figuran las calamidades que trajo la peste en 1512 y 1528, recién fundada la ciudad, y tantas otras epidemias que afectaron a la población entre los siglos XVII al XIX, como el tabardillo, el sarampión, la fiebre amarilla, el cólera, sin olvidar "las hambrunas que dejaron tras de sí heridas indelebles en el paisaje social". "En el fragor de aquellos duros momentos, la ciudadanía demostró siempre una enorme generosidad y una entrega ejemplar. Incluso el diputado y periodista Luis Morote, a comienzos del siglo XX, resaltó cómo la capital grancanaria fue "noble y magnánima, en tiempos de crisis angustiosa", recordó el regidor, quien destacó que se trata de "toda una lección de solidaridad colectiva que nos lleva a épocas y momentos como el actual". Resaltó que en todas aquellas calamidades "los vecinos y vecinas de esta ciudad supieron, en muy diversos momentos de su historia, sacar adelante medidas determinantes, en las que se pusieron en vanguardia muchos recursos, capacidades y la inexorable voluntad de toda una sociedad".
A su juicio, las epidemias han dejado en esta ciudad a lo largo de los siglos, "episodios duros de digerir" y una lección de vida constante, de inexorable superación, solidaridad y colaboración que han quedado sellados en nuestra tradición oral". "Ahora nos ha tocado vivir un nuevo episodio, pero gracias a la encomiable labor de la ciudadanía, estos nuevos renglones nos han permitido describir una realidad de la que podemos sentirnos infinitamente orgullosos". Hidalgo calificó como una de las "decisiones más hermosas" el acuerdo para conceder los honores "a todos y cada uno de los habitantes de Las Palmas de Gran Canaria. A cada vecino y vecina sin excepción. Una medalla de oro colectiva, de inmitigable valor que pone de relieve la actitud ejemplar de nuestra sociedad para frenar el avance de esta pandemia" "En cada uno de ustedes", resaltó, " hemos revivido historias de superación, bálsamos de auténtica épica que se diluyen en el anonimato, pero no en el recuerdo. Ejemplos diarios de una ciudad que, por fin, late con pasión, mirando al futuro con fuerza sin dejar atrás a nadie".
El regidor hizo extensiva su gratitud "a todos aquellos héroes que han estado luchando tanto en primera línea como en la trinchera. Además de los sanitarios, a los cuerpos de seguridad, bomberos, voluntarios de protección civil, trabajadores sociales, empleados de limpieza, parques y jard ines, salud pública y a todos aquellos servicios municipales y públicos que velaron, con su labor, por la seguridad de toda la ciudadanía. Recordó también a los tres Hijos Predilectos fallecidos a lo largo de este año: Joaquín Galarza, Alejandro del Castillo y Salvador Fábregas.
