Cincuenta pasajeros de Gran Canaria estrenaron ayer el nuevo ferry de la naviera Armas Transmediterránea - Ciudad de Valencia-, que realiza la línea Canarias-Cádiz. El buque, que sustituye al Ciudad de Palma y que se presentó oficialmente esta semana en sociedad en Tenerife, partió pasada la una del mediodía del Puerto de La Luz con destino a Puerto del Rosario y Arrecife para el lunes, a las ocho de la mañana, atracar en la ciudad andaluza.

El ferry, el más moderno de la compañía y que operará también con Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma, no solo tiene mayor capacidad de carga -un 30% respecto a la oferta actual-, sino que sus motores permiten acortar en tres horas la duración del viaje entre Lanzarote y Cádiz además de operar cada jueves en los dos principales puertos canarios. De madrugada en Las Palmas y, a primera hora, en Tenerife.

En el barco, de vuelta a la tacita de plata tras su periplo inaugural en el Archipiélago, tenía previsto embarcar un total de 250 pasajeros, según la compañía. El Ciudad de Valencia tiene capacidad para 604 pasajeros, aparte tripulación.

El Ciudad de Valencia partirá cada miércoles de Cádiz, a donde llegará a las 19:30 horas a Lanzarote, para después partir hacia el puerto de Las Palmas y llegar a las 02:00 horas del jueves. Ese mismo día el ferry proseguirá su destino hacia Santa Cruz de Tenerife. A la capital tinerfeña arribará a las 08:00 horas y, posteriormente, hacia la isla de La Palma. Una escala que beneficia a los productores plataneros ya que con ello se facilita que haya un segundo embarque de la producción hacia el mercado peninsular.

El viernes noche, el barco arribará a Santa Cruz de Tenerife para estar el sábado por la mañana en Las Palmas de Gran Canaria. Tras el embarque de pasajeros y carga en la terminal de la compañía, en el dique Nelson Mandela, el barco se dirigirá a Fuerteventura y Lanzarote para, el domingo, poner rumbo hacia Cádiz.

Los pasajeros se encontraron a la subida con un buque que simula un crucero modesto a pequeña escala dado su diseño y comodidad. No solo en el confort de los camarotes, sino también en las salas de butacas y en los espacios comunes como restaurantes, salas de televisión, terrazas de cubierta y otras instalaciones.

Nada más dejar el coche en un garaje con capacidad para 3.300 metros lineales de carga rodada en los que caben 263 coches aparte de camiones, furgonetas y trailers, el pasajero se encuentra con una recepción que, como en un hotel, da la bienvenida a sus huéspedes.

El buque dispone de 157 camarotes cuádruples sencillos con baño distribuidos en la planta sexta del buque lo que permite viajar en familia o con amigos sin problemas, dado que dos de las camas son literas. Once de las estancias tienen la categoría preferente, lo que significa mayor superficie en la estancia y derecho a televisión que las normales, mientras que cuatro son suite. En esta clase, los viajeros disfrutan de una habitación más amplia decorada y cuentan con una cama única de mayores dimensiones además de armario y escritorio. Otros dos camarotes están destinados a las personas con movilidad reducida.

Aquellas personas que hayan optado por viajar en butaca disponen de tres salas - una de ellas vipcon amplios sillones tipo pullman para 189 pasajeros.

La decoración del buque en tonos grises, marrones, verdes y grises invita a la relajación del pasaje durante el trayecto. Los viajeros disponen en el barco de zona comercial, restaurante para bufé con capacidad para 400 personas además de guardería, conexión wifi y varias salas de televisión. Ayer mismo, el menú a elegir incluía arroz tres delicias, pasta carbonara, ensaladas variadas, potaje de garbanzos y carne y pollo asado para elegir, aparte de los postres, aunque los pasajeros tienen la oportunidad de pedir también a la carta. La cocina está a cargo del cocinero gallego Alberto Camean.

El barco fue construido en el astillero de Visentini, en la región del Veneto; de ahí que en uno de sus restaurantes haya una espléndida vista dibujada de la ciudad de los canales. El Ciudad de Valencia está capitaneado por una tripulación italiana desde el piso séptimo, donde está el puente de mando, aunque el personal que atiende al pasaje es español. El buque está en alquiler con derecho a compra y forma parte del acuerdo firmado entre Armas y el Ejecutivo español hasta 2022 para mantener la línea.