"Me cuesta creer que Maca haya vendido la niña", aseguraba a LA PROVINCIA/DLP en 2002 Nicolás Arteaga, padre de la joven toxicómana que se llevó a su bebé del Hospital Materno Infantil, ahora fallecido, y quien defendió durante la entrevista: "Siempre hemos sido una familia humilde, aunque jamás hemos sido mala gente, al revés". El hombre reconocía que no sabía "con seguridad" si tenía cuatro o cinco hijos, "porque me han dicho algunos vecinos que tuvo otro crío más, pero a ese no lo hemos visto".

El hombre, que vivía en una humilde casa de la Vega de San José, relataba que estaba siguiendo con preocupación los hechos que involucraban a su hija. "Que qué le diría si me la pusieran delante... La mataba a palos, de verdad. No hay derecho a que nos haga esto ni a nosotros ni a ella, ni a su hijita", afirmaba Nicolás Arteaga, que contaba con 53 años. "No sabemos dónde está. Ni su madre, ni sus hermanos... Nada. Temo que pueda andar en cualquier lugar abandonado del Polvorín o del Puerto..." Y añadía: "Siempre hemos sido una familia humilde y jamás hemos sido mala gente".