La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El milagro de la casa de Nazaret

Este 10 de diciembre es la festividad de la Virgen de Loreto, patrona de la Aeronáutica militar de España y otras naciones católicas desde 1920 | En Canarias la devoción tiene un especial arraigo, como lo demuestra la parroquia de San Nicolás de Bari

Virgen de Loreto LP/DLP

Malos augurios se cernían sobre la pequeña localidad de Nazaret, en la Baja Galilea, en las últimas décadas del siglo XIII: los sarracenos pululaban por toda la región, sobre todo el renombrado Baibars.

En Nazaret se hallaba la casa que visitó el arcángel san Gabriel para anunciar a María el nacimiento del Niño Dios, dónde vivió María y concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo, dónde vivió la Sagrada Familia: Jesús, María y José… Una pequeña casa de apenas 40 m2, con terraza en lo alto y construida de piedras unidas con una especie de argamasa de polvo de carbón y sulfato de calcio. Alrededor de esta pequeña morada se construyó una basílica, la cual fue derruida en 1090 y tras su reconstrucción, fue nuevamente destruida por las hordas mahometanas en 1263. La pequeña y santa morada no sufrió daños en ninguna de estas acometidas, se conservó intacta.

En este lugar ocurrió algo inexplicable en 1291: desapareció esta humilde morada, en su lugar las líneas de su cimentación…

Un pastor niño, de las afueras de Trsat, Tersatto o Tersatz, antigua Dalmacia (en la actualidad la localidad forma parte de la ciudad croata de Rijeka), se dirigía, cansinamente, con su pequeño rebaño de ovejas, al declinar la tarde, a su reguardo habitual, cuando su atención se dirigió a un resplandor que le llegaba de frente, del naciente… No daba crédito a lo que sus ojos veían; extasiado, contemplaba, en lo alto, en el cielo, una extraña nube sobre la que se asentaba, así lo creía ver el pastorcillo, ¡una pequeña casa que volaba!, protegida por cuatro ángeles en sus esquinas y un quinto al frente de esa resplandeciente nube (¡Oh aladas jerarquías!/en cuyos hombros vuela/elevada esta fábrica en sí misma. Calderón de la Barca, auto sacramental-A María, el corazón- vv. 96-98). Se detuvo y se dio la vuelta para observar cómo se alejaba… Nadie creería su relato cuando lo contara a sus padres y hermanos.

El elemento volador ya estaba muy cerca de su destino, había iniciado su vuelo en Nazaret. La sagrada casa familiar de Jesús se había depositado sobre una humilis, nube de base horizontal y desarrollo vertical y sobre ella, un gran manto de pequeñas nubes en forma de copos, como trozos de algodón, posiblemente una gran capa de altocúmulos floccus, que hacían de gran manto protector sobre la casa de Nazaret que recibía, a través de ese trozo de cielo aborregado, continuos rayos solares que incidían sobre la casa de la Sagrada Familia, de modo que el conjunto resplandeciera allá por donde pasara, huyendo de la destrucción… “Que no ha de estar cautiva/en tirano poder la casa de María…” (autocitado).

Mi imaginación se ha dejado llevar por lo que le parece un desplazamiento acorde con la importancia del hecho, de modo que la formación de nubes que formaban el manto protector, los altocúmulos floccus, de formación en torno a los 3.000 y 5.000 metros, se formarían y, en esta ocasión, se desplazaba a una altitud entre 300 y 500 metros.

La casita de Nazaret llegó a su destino y todos los del lugar no comprendían lo que estaba sucediendo… Se decidió, pasada la sorpresa primera y algunos días, por parte del gobernador de Tersatz, que emisarios se dirigieran a Nazaret, los cuales comprobaron que en donde había estado la casa solo se encontraban los cimientos, que coincidían con las medidas de la casa aparecida en Terzatz, la cual no tenía signos de reconstrucción.

Basílica Pontificia de la Santa Casa de Loreto, situada en el municipio italiano del mismo nombre.

Tres años más tarde de esta memorable aparición, en 1294, la casa de Nazaret volvería a emprender un nuevo vuelo, sobre el mar Mediterráneo, hacia otro paraje. En esta ocasión se asentó en Loreto (Recanati-Italia). Igual que ocurriera en Dalmacia, el asombro general fue grande, diría que increíble… Arquitectos, ingenieros, historiadores, estudiosos…, manifestaron no encontrar explicación a este caso: la casa de Nazaret, colocada por ella misma, valga la expresión, en su nuevo territorio, no tiene base de sustentación, los elementos y materiales de su construcción solo existen en Tierra Santa, la madera de su puerta es de cedro, que no existe en Italia y sí en Palestina, no hay restos que reflejen que fue reconstruida, la argamasa de sus piedras es desconocida en Italia, las medidas de su superficie coinciden con los cimientos de Nazaret, nadie puede explicar cómo se mantiene sin sus bases cimentadas y su aparición en Loreto. En 1921 se incendió, el ingeniero Manucci, que la restauró a instancias del papa Benedicto XV, manifestó: “Es sorprendente y extraordinario el hecho que a pesar de no tener cimiento alguno, y esté situada sobre un terreno de ninguna consistencia, se conserve sin el más mínimo indicio de ceder y sin la más mínima resquebrajadura de los muros”.

Culto a la Virgen en Canarias

Entre los años 1339 y 1341, se construyó una iglesia alrededor de la santa Casa; iglesia, primero modificada por los papas Nicolás V y Pío II y después convertida en una gran basílica por Pablo II.

El coronel (R), don Roberto Rivero García, del Cuerpo Eclesiástico del Ejército del Aire y ex delegado episcopal castrense de Canarias, en su colaboración a la obra Crónicas olvidadas o inéditas de nuestra aviación y referencias aeronáuticas de Canarias, publicada en dos tomos con ocasión de la celebración, en 2013, del Centenario de la Aviación de Canarias, trabajo titulado Culto a la Virgen de Loreto en Canarias, refleja en página 665:

“El culto a la Santa Casa ha sido generosa y reiteradamente concedido por la Iglesia y aunque es cierto que no es dogma de fe, sin embargo su traslado por los ángeles está avalado por numerosos testimonios que satisfacen la certeza científica y moral de que fue la Casa de la Virgen (…)”.

La casa de la Virgen ha sido lugar de peregrinación continua; se tienen noticias, siglos X y XI, en su ubicación original en Nazaret y ya en Italia “se convertiría en un lugar sagrado de peregrinaje de toda la cristiandad”. Reyes y reinas, papas, santos y beatos, religiosos, laicos, un representante de Cristóbal Colón, para agradecer la llegada a América; grandes colectivos, como los diez mil infantes italianos y españoles combatientes en Lepanto y otros tanto miles de cristianos liberados de las galeras turcas, sirviendo sus grilletes y cadenas para forjar las rejas de la Basílica (página 666, texto citado).

La Virgen de Loreto fue declarada Patrona de la Aviación italiana y otras naciones católicas así lo hicieron, antes de su declaración oficial por el pontífice Benedicto XV, según Decreto del 24 de marzo de 1920 de la Santa Congregación de Ritos, Patrona de la Aviación Universal. España, por Real Orden Circular de 7 de diciembre de 1920, Diario Oficial nº 277, de 8 de diciembre, la declaró Patrona de la Aeronáutica Militar.

En Canarias, la devoción y advocación a la Virgen de Loreto tiene un especial arraigo, no solo en lo que se refiere al Ejército del Aire, Mando Aéreo de Canarias. La Virgen de Loreto ha encontrado su lugar en distintas parroquias, como la de San Nicolás de Bari, en Las Palmas de Gran Canaria, donde encontramos una imagen que se atribuye al escultor Luján Pérez. En la barriada de Schaman, en nuestra Ciudad, existe una calle dedicada a la Virgen de Loreto. En Tenerife también existe una iglesia dedicada a Loreto, una Virgen donada por el Ejército del Aire a Guía de Isora, imagen que se encontraba en el Sahara y cuya historia se puede leer a través de lo escrito por el siempre recordado amigo y compañero que fue, Antonio Gutiérrez Padilla (Desde el Sahara a Santiago. Hespérides, año 2004).

El escritor y autor teatral, Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681), caballero de la Orden de Santiago y uno de los principales representantes del Siglo de Oro español, trató el tema de las traslaciones de la casa de Nazaret en su auto sacramental titulado “A María, el corazón”, anteriormente citado: “El auto (…) ha sido considerado como auto mariano, pero no hay que olvidar que el motivo (principal sin duda) de las traslaciones constituye solo la parte historial de la pieza, que ha de interpretarse alegóricamente como expresión del proceso salvífico que conduce desde la Ley Natural a la Ley de la Gracia…” (párrafo extraído del libro “Autos Sacramentales completos. A María, el corazón” -edición de I. Arellano, I. Adeva, F. Crosas y M. Zugasti. Kassel. Edition Reichenberger. Pamplona. U. Navarroa. 1999).

Calderón, en el auto, enlaza la significación de la Santa Casa de Loreto con la Encarnación virginal y el sacramento de la Eucaristía…

¿Qué mucho, pues, que el cielo en ese pobre / de María y Joseph, por Joaquín y Ana / vinculado solar, prodigios obre, / si sobre concepción tan soberana, / sobre tan casto matrimonio y sobre / Encarnación tal altamente humana, / de albergue de Jesús, Joseph, María, / a altar pasó de Sacra Eucaristía? (vv. 67-74)

En otro pasaje del libro anteriormente citado se puede leer lo siguiente, lo que nos aclara, en gran manera, el hecho de la traslación:

“La Santa Casa es trasladada milagrosamente para preservar el culto y la veneración debidas por el hecho de que en ella, además de haber nacido y haberse criado y desposado, María recibió el anuncio del arcángel San Gabriel y concibió virginalmente a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Esto, más que suficiente para justificar el milagro, se completa misteriosamente cuando en esa casa los Apóstoles celebraron la Santa Misa y la Virgen comulgó a su Hijo y a su Dios, albergándole en su corazón de un modo totalmente distinto-sacramental-, más milagroso si cabe que en la Encarnación”.

Existe amplia documentación sobre la Santa Casa de Loreto y sus traslaciones. Para este artículo me he servido de los textos que he referenciado en el cuerpo del artículo y de la Revista Iberavión-Veteranos, nº 102, noviembre de 2020, de la Asociación de Veteranos de Iberia y Profesionales del Sector Aéreo.

En este final solo queda felicitar a todas las personas y entidades que, de alguna manera, tienen que ver con la aviación. Que nuestra Señora la Virgen de Loreto a todos nos proteja y que acompañe a los que han fallecido como consecuencia de accidentes aéreos y a sus deudos; también, a los que han laborado por el progreso de la aviación y ya emprendieron su vuelo final.

Compartir el artículo

stats