El monumento a Benito Pérez Galdós, en la plaza de La Feria, apareció ayer con pintadas vandálicas y con incongruencias sobre la crisis migratoria. No se sabía si eran a favor o en contra o si quienes están a favor o en contra lo hacían para hacer creer que habían sido los de la otra opinión. Frases escritas en rojo y en negro como Derechos para todas, No sobran emigrantes, sobran racistas o Ninguna persona es ilegal o los canarios vinieron en pateras se podían leer en los muros que rodean la obra del escultor Pablo Serrano, inaugurada el 4 de enero de 1970 por el cincuenta aniversario de la muerte del novelista. El propio nombre de Galdós que figura en el pedestal fue aprovechado para completar la frase: quiere papeles para todas.
El acto vandálico, recriminado por los vecinos y paseantes, no es el primero que se realiza en la escultura, aunque en esta ocasión está relacionado con los últimos acontecimientos que se han vivido en la plaza, donde se encuentra ubicada la Delegación del Gobierno en Canarias, cuyas cámaras de vigilancia no dan a la zona.
El sábado, un millar de personas convocadas por la Plataforma Únete por Canarias -dos millares según la organización- protestaron contra la administración pública canaria por cobijar a los inmigrantes que llegan en patera a la Isla en establecimientos hoteleros por la mala imagen que conlleva para el sector turístico.
El 17 de noviembre, la plaza de La Feria también fue noticia en los medios de comunicación por convertirse en albergue al raso por unas horas para unos 200 inmigrantes, trasladado desde el muelle de Arguineguín.
Se da la circunstancia de que el monumento fue adecentado y pintado a primeros de noviembre. Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se indicó ayer que los servicios de Limpieza ya han sido avisados y que se “volverá a sanear la zona”.
Opinar sin ensuciar
La joven Cataysa del Pino Negrín, sentada en uno de los muros que bordean a la escultura, comentó que no era forma de protestar el ensuciar una estatua. “No creo además que la gente de aquí sea racista”, proseguía la mujer, que añadía estar de acuerdo con que los inmigrantes vinieran a buscarse la vida y se regule su estancia.
De la misma opinión era un grupo de estudiantes de primero de Bachillerato del instituto Politécnico, que estaba en la plaza a la hora del recreo comiéndose el bocadillo. Las menores indicaron que el acto vandálico debió cometerse durante el fin de semana porque el jueves no había pintada alguna.
Ellas tampoco creen que los canarios sean racistas, aunque conocen a personas que tienen actitudes que podrían calificarse de esa índole. “Me parece bien que los inmigrantes vengan pero no se pueden quedar todos aquí, deben de repartirse entre otras Islas y la Península”, afirmaba una de ellas.
Otra vecina, Pino Vega Ortega, de 67 años, tampoco estaba de acuerdo con ese modo de protestar. “Para expresar lo que piensas no hace falta manchar en la pared; parece como si quisieras esconderte”, indicaba respecto a las pintadas, en donde también había alusiones a los medios de comunicación: Los medios te manipulan y contra los partidos de extrema derecha: Fuera Vox, además de dos corazones.
La jubilada manifestó que los canarios no son racistas, aunque puede que haya algunas personas que opinen de ese modo “porque en todos los sitios cuecen habas”.
Las pintadas en el monumento de Benito Pérez Galdós no ha sido el único acto vandálico que se ha producido en la capital durante este fin de semana. El servicio de Limpieza ha denunciado en la cuenta de twitter el robo de cuatro madreselvas de los maceteros de la plaza Doctor Rafael O’ Shanahan, así como la rotura de un árbol pequeño y de una valla en la plaza del Pueblo, en La Isleta.
El pasado año, el Ayuntamiento limpió más de un centenar (114) de grafitis no artísticos en la ciudad sobre fachadas, bancos, mobiliario urbano y otras superficies públicas, lo que supone un costo a las arcas municipales. En 2018 aparecieron incluso pintadas en la fachada de la Catedral.
La ordenanza general de convivencia ciudadana y vía pública castiga este tipo de infracciones con entre 90 y 300 euros en función de la gravedad.
La plaza de La Feria fue remodelada en los años 60 por el arquitecto urbanista Leandro Silva no sin polémica por el cambio estético que suponía para albergar la obra de Pablo Serrano, uno de los escultores referentes del siglo XX y con quien trabajaba. El monumento vino a suplir la deteriorada escultura realizada por Víctor Macho (1926) para el escritor en el muelle de Las Palmas, y que hoy está en el patio de la Casa-Museo Galdós. Una réplica se ubicó años después entre el Teatro y el Mercado de Vegueta
