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Unos sondeos buscarán construcciones ocultas en la Batería de San Juan

Patrimonio financia la prospección arqueológica y la rehabilitación del complejo defensivo | Urbanismo prepara un levantamiento topográfico de toda la zona

Unos sondeos buscarán construcciones ocultas en la Batería de San Juan

Un levantamiento topográfico, una fotogrametría y una serie de sondeos arqueológicos previos permitirán iniciar la rehabilitación del complejo defensivo de las baterías de San Juan y de las Mesas de San Juan, una excelente muestra en sí mismo de la evolución de los sistemas de defensa de finales del siglo XIX hasta mitad del XX. Las prospecciones permitirán confirmar la existencia de construcciones que no se ven o desvelar elementos ocultos que no aparecen en las planimetrías militares.

La dirección general de Patrimonio Cultural del Gobierno canario, que dirige Nona Perera, se encargará de la financiación de los sondeos y la rehabilitación, mientras que la Concejalía de Urbanismo asumirá, según indica su responsable Javier Doreste, los trabajos de levantamiento topográfico y una nueva limpieza de la zona, pues la basura se ha vuelto a acumular tras la batida llevada a cabo el pasado año en la que se retiraron más de 19.000 kilos de basura. Ambos responsables visitaron la zona hace unas semanas y acordaron colaborar para sacar adelante la recuperación del Bien de Interés Cultural (BIC), que ha permanecido abandonado durante decenas de años, convertido en un basurero y a merced de los ataques vandálicos. Artemi Alejandro, arqueólogo experto en patrimonio militar y director de la empresa Patrimonia Arqueología SL, prepara el paso más inmediato de la actuación: el levantamiento topográfico de toda la loma, que facilitará “la intervención futura en el BIC y permitirá ver la evolución del yacimiento, que está sufriendo un deterioro medioambiental y un expolio”. La siguiente fase consistirá en una fotogrametría, que complementará la información anterior, y posibilitará evaluar el deterioro de la estructura y “tener un registro de cómo está al día de hoy”, subraya Alejandro quien añade que después de todo eso se iniciará una serie de sondeos en la batería para “confirmar técnicas constructivas que salen descritas en el proyecto pero que sin embargo se hicieron de otra manera y porque hay más elementos que no están representados en las planimetrías militares, quizá algún foso tirador, algún nido de ametralladora antiaérea que tampoco aparecen en la documentación oficial”.

“La estructura fue ideada como la última línea de defensa antes del asalto del enemigo”

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Una vez examinados todos los elementos, se redactará un proyecto que indicará cómo intervenir durante la rehabilitación, aunque el arqueólogo considera que a corto plazo es necesario tomar medidas para “frenar el deterioro de algunos elementos mientras se empieza una actuación más global en toda la zona”.

Alejandro califica de “espectacular” los resultados de la limpieza de choque que se llevó a cabo el pasado año porque después de levantar montañas de botellas de plástico “apareció una estructura que creíamos perdida y que estaba enterrada debajo de la basura” o “escaleras que aparentemente no existían porque lo que tú veías era una alfombra de papel que lo cubría todo”. La primera estructura que se construyó fue la Batería de San Juan a principios del siglo XX y la de Las Mesas de San Juan, la que está un poco más arriba, se empezó a levantar en los años 40, ante el temor de una invasión británica durante la II Guerra Mundial. “Es una batería modelo de finales del XIX y principios del XX y la importancia de esa loma viene dada porque en ese complejo podemos ver la evolución de los sistemas defensivos desde el siglo XIX hasta el final de la II Guerra Mundial, cuando asistimos al colapso de un sistema de pensar la defensa. La aparición de los misiles y las armas dirigidas” dejó obsoletos complejos como el de San Juan, con independencia de que la batería nunca fue operativa. “Las baterías de San Juan y Las Mesas de San Juan fueron ideadas como la última línea de defensa antes del asalto a la ciudad de un ejército enemigo. Eran unas baterías pensadas para atacar a una flota que intentara bombardear la ciudad, pero no eran operativas porque el rango de tiro de las piezas de artillería que se montaron allí nunca fue lo suficientemente largo para acertar a un barco de la Royal Navy. En realidad fueron una herramienta de disuasión, porque a veces en la guerra no sólo importa lo que tienes sino lo que el enemigo cree que tienes”. Subraya que las baterías son el “ejemplo palpable de la importancia de Canarias en la historia internacional. Debido a su ubicación geográfica en el Atlántico y al puerto, este municipio atesora una evolución constructiva militar, que empieza a finales de la Edad Media, con algunas estructuras de la época de la Conquista o inmediatamente posteriores hasta la actualidad. En un territorio tan pequeño como este, poder contemplar toda esa evolución en las construcciones militares a lo largo de los siglos es un lujazo”.

La limpieza de choque dejó al descubierto elementos que estaban sepultados

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Alejandro lamenta que la ciudad le haya dado la espalda a buena parte de ese patrimonio militar que “tiene un gran valor y habría que protegerlo y ponerlo en uso”.

Atribuye lo que ocurre con la Batería de San Juan, que ha sufrido múltiples ataques vandálicos a lo largo de los últimos 60 años , al desconocimiento de la gente sobre su valor. A su juicio es necesario poner en marcha un plan de manera urgente para eliminar el paso de las motos, que están deteriorando todo el entorno, así como los asaderos y las fiestas incontroladas. Considera que el barrio de San Juan tiene algo que decir sobre el destino que se le va a dar a la batería, una vez rehabilitada.

Un parque para la ciudad

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, cree que lo más idóneo en la zona de las baterías y todo el ámbito de protección, que abarca una superficie de 41.000 metros cuadrados, es hacer un parque para la ciudad con rutas guiadas, aprovechando que el lugar tiene una de las vistas más espectaculares de la ciudad. Por su parte, la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno canario, Nona Perera, destaca la importancia de poner en valor el complejo defensivo porque “es un espacio cargado de historia que está en un lugar agradable que puede ser disfrutado por la ciudadanía. Hemos celebrado reuniones con el mando militar para que facilite el acceso a los fondos militares y que sean conscientes del valor patrimonial que tiene este lugar, que sirvió para diseñar la estrategia de defensa de Las Palmas”. | T. G.

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