La Asociación de Bares Cafeterías, Restaurantes y Ocio Nocturno ha solicitado al concejal de Urbanismo, Javier Doreste, mantener en el actual nivel 2 de alerta por covid-19 las terrazas temporales que se autorizaron a numerosos negocios durante el nivel 3. La petición de los hosteleros cuenta con el respaldo de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, que ayer demandó a través de un comunicado el mantenimiento de las terrazas exprés autorizadas en la capital grancanaria.

La Cámara, de hecho, ha enviado una carta al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria “mostrando su preocupación por la decisión tomada por el consistorio de poner fin a la medida temporal” de autorizar la instalación excepcional de terrazas en la vía pública, una medida cuyo mantenimiento considera “clave” para que los establecimientos y negocios de hostelería puedan compensar la reducción de sus aforos derivada de las restricciones de la pandemia, informa la entidad a través de un comunicado. El Ayuntamiento decidió eliminar la ordenanza de terrazas exprés puesta en marcha para el nivel 3 de alerta -que obligaba a la hostelería a atender solo fuera de su local- , argumentando que el actual nivel 2 permite el consumo en el interior de los locales con restricciones.

Frente a esta decisión municipal, el presidente de la asociación de hosteleros, Fermín Sánchez, ha solicitado “el mantenimiento de la instalación temporal de terrazas” hasta que la isla “recupere el nivel de alerta 1”. Sánchez reiteró la solicitud realizada al alcalde Augusto Hidalgo en la reunión del pasado 5 de febrero, al considerar que es “un hecho evidente y de imperiosa necesidad” para los establecimientos de restauración poder mantener “un nivel mínimo de servicio, que les permita subsistir en estos difíciles momentos”. A su juicio, la “estricta limitación del horario de cierre, las reducciones drásticas de aforo, con una limitación del 50% en el interior de los locales y las limitaciones al número de comensales por mesa” obstaculizan el mantenimiento de la actividad, más aún con la normativa de no superar los cuatro comensales en el interior.

“Para muchísimos establecimientos de la ciudad, contar solamente con un 50% de aforo en el interior del local, les aboca de forma indefectible al cierre”, advierte. La eliminación de las terrazas exprés, indica, unido a “la disminución del aforo interno de sus locales y del número de comensales por mesa, supone una reducción drástica de los ingresos para subsistir”, lo que impide la “continuidad del negocio”. A su juicio, se trata de “circunstancias excepcionales”, ante las que “difícilmente se pueda alegar una situación de competencia desleal”, cuando todo el sector ha estado “unido” con la aplicación de esta medida excepcional, que es “vital para la subsistencia de las pequeñas empresas y los puestos de trabajo”.