Tribunales

A juicio un hombre acusado de violar a la hija de su pareja durante 19 años

La Fiscalía matiza que la agredió aún cuando la víctima estaba embarazada de su esposo

A juicio un hombre acusado de violar a la hija de su pareja durante 19 años

A juicio un hombre acusado de violar a la hija de su pareja durante 19 años / Juan Carlos Castro

Un hombre de 53 años al que la Fiscalía pide 14 años de cárcel tras acusarle de violar durante 19 años a la hija de su mujer a la que, además, llegó a embarazar cuando cumplió la mayoría de edad va a juicio. El ministerio público relata en su escrito de conclusiones provisionales que el padrastro de la joven inició una relación sentimental con la madre de la víctima -cuya relación duró 21 años- por lo que a los tres años de estar juntos la afectada comenzó a vivir con ellos en el mismo domicilio, para ese entonces contaba con 16 años de edad.

El acusado «con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales y con ánimo libidinoso» consiguió ganarse la confianza de la joven cuando aún era menor de edad. Así fue como en un principio y, cuando ella tenía 16 años, le ofreció la cantidad de 20.000 pesetas equivalentes a 120 euros «si la relación sexual llegaba hasta la penetración completa». Después de este episodio y, según el relato de la Fiscalía, el padrastro de la afectada «comenzó a mantener relaciones sexuales completas con la menor hasta los 18 años».

Durante todo ese tiempo el acusado la «sometió» de forma continua a un «chantaje emocional» debido a que la víctima le veía como un padre y por lo tanto tenía una «situación de superioridad en el seno familiar». El hombre le advertía que «si no accedía a sus deseos le comunicaría a sus allegados la relación existente entre ambos».

Los hechos no cesaron con la llegada de la mayoría de edad de la agredida, por el contrario, el acusado continuó «manteniendo relaciones sexuales no consentidas» con la joven hasta que ella cuando ya contaba con 35 años y es que el 18 de mayo de 2018 presentó la denuncia en contra del hombre al que consideraba su padre.

La Fiscalía enfatiza que la víctima «nunca consintió ninguna de las relaciones sexuales con el procesado» quien paralelamente a las agresiones continuaba con la relación sentimental que había iniciado con la madre de la denunciante. En todo momento el hombre con la finalidad de continuar agrediendo sexualmente a la joven la siguió sometiendo a nivel emocional y psicológico bajo las advertencias de que si no accedía a sus deseos «destrozaría su vida, la hundiría» e incluso publicaría fotos de ella desnuda. Asimismo le manifestaba que «siempre el primero en la pirámide debía ser él» ejerciendo un chantaje emocional que la obligaba a mantener una doble vida.

A consecuencia de estos hechos, la víctima con 18 años se intentó suicidar y a los 19 años quedó embarazada del acusado debido a que las relaciones sexuales eran «casi diarias y sin preservativo» por lo que abortó y contó a su madre lo que su presunto agresor le había dicho que tenía que decir.

Las agresiones sexuales continuaron pese a la negativa de la afectada incluso cuando ella se encontraba en los últimos meses de embarazo, cuyo bebé no era del encausado sino del esposo de la joven, y es que según el Ministerio Fiscal, el padrastro la «obligó» también a mantener una doble vida aunque se terminó divorciando de su pareja a consecuencia de la situación psicológica a la que se encontraba «sometida».

Debido a la denuncia de la afectada en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Las Palmas de Gran Canaria acordó como medida cautelar por auto del 23 de mayo del 2018 la prohibición al acusado de comunicarse por cualquier medio y/o acercarse a menos de 500 metros de la víctima mientras se tramita la causa. Sin embargo, destaca el ministerio público, el encausado «a sabiendas» de que existía este impedimento «procedió el 28 de julio de 2018 a llamarla por teléfono».

En este sentido, la Fiscalía ha calificado los hechos como un delito continuado de agresión sexual, así como un delito de quebrantamiento de medida cautelar por lo que pide en primer lugar una condena de 14 años de prisión, la prohibición de comunicarse y/o acercarse a menos de 500 metros de la afectada por un plazo de 15 años, así como la medida de libertad vigilada durante ocho años con obligación de participar en programas de educación sexual. En segundo lugar solicita una multa de 4500 euros con la responsabilidad penal subsidiaria. En concepto de responsabilidad civil interesa que la agredida reciba una indemnización de 24.000 euros. El juicio comienza el próximo martes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

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