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Las tradicionales tapas de La Isleta están en el Bochinche Los Jamones

El bar, en sus inicios conocido por vender aceite y vinagre a los vecinos, acumula casi 100 años de historia en el número 62 de la calle Luján Pérez

El dueño del local, Juan José Betancor, junto a su mujer, que trabaja también en el bar, y uno de sus camareros. Juan Carlos Castro

Un local abrió sus puertas en 1925 como una tasca y una tienda que vendía aceite y vinagre a los vecinos de La Isleta. Pese a lo extraño que hoy pueda sonar, este tipo de comercios eran muy comunes en la zona durante los años veinte y ayudaban a cientos de familias a salir de la hambruna. Después de 97 años y tras haber pasado por distintas manos, el tradicional edificio continúa intacto en el mismo lugar, reconvertido con el paso del tiempo en un bar. 

El Bochinche Los Jamones, como se conoce en la actualidad al bar de la calle Luján Pérez, es conocido entre los vecinos de La Isleta por sus famosas tapas de jamón y queso, que desde hace años se sirven en una servilleta. El local ha tenido varios dueños, pero consiguió una mayor fama entre los transeúntes a partir de la década de los sesenta. Juan José Betancor adquirió el local en 2015 y desde entonces ha tratado de mantener intacta la esencia que dejaron sus anteriores dueños y que se refleja en las antiguas imágenes de sus paredes. 

El emblemático edificio fue construido en los años veinte por sus primeros dueños, una familia que emigró a Canarias y por la que se conoció el lugar como la "tienda de los cubanos". Fue entonces cuando se empezaron a servir algunos de los entremeses que aún se pueden ver en su curvada barra como quesos del país, aceitunas, frutos secos o jareas. 

El local abrió sus puertas en 1925, pero fue a partir de la década de los sesenta cuando adquirió una mayor fama entre los vecinos del barrio

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En 1960 Ramón Díaz tomó las riendas del local e introdujo un elemento que cambió su nombre y le hizo distinguirse frente a los otros bares de la zona. "En Canarias había cultura de cochino, pero la clase media de la época desconocía el jamón serrano", aseguró su hijo Santiago Díaz. Un día, un pariente de Ramón le ofreció dos jamones para el bar, que pronto pasaron a ser cuatro y así sucesivamente hasta que se convirtió en la seña de identidad del lugar. Cada mes terminaban vendiendo hasta 100 patas, que los clientes compraban para su casa o consumían en una tapa en el bar. 

Cuando Ramón Díaz falleció, fue su hijo Santiago Díaz quien continuó el legado, tras varios años trabajando junto a su padre. En 1982 realizaron la primera reforma del lugar para corregir las inclemencias del paso del tiempo, pero mantuvieron intacta la colorida estética de la fachada y del interior. "El mayor patrimonio de esta casa son los clientes. Yo he visto pasar por este negocio a cinco generaciones y ojalá que dure otros tantos años", aseguró Santiago Díaz. 

Fachada del tradicional edificio donde hoy se encuentra el 'Bochinche Los Jamones'. Juan Carlos Castro

Juan José Betancor lleva trabajando en la hostelería desde que tenía 14 años, tras empezar su formación en el Hotel Reina Isabel, junto a la playa de Las Canteras. Allí permaneció veinte años, hasta que empezó a regentar el restaurante La Maquinera, que adquirió una gran fama en la isla. 

"Cuando empecé en la Maquinera me hicieron una entrevista entre los tres socios y me preguntaron: '¿Usted qué piensa hacer con el restaurante?' Mi respuesta fue que yo no pensaba hacer nada, lo que he hecho toda mi vida es trabajar. Desde el primer día que abrí les dejé asombrados. Me llamaban y me preguntaban: ¿Tú sabes lo que has hecho de caja hoy? 'Para eso he venido', les respondía yo", afirmó Betancor. 

"No hago esto para hacerme rico pero disfruto con que el cliente salga contento y siempre lo consigo", aseguró el propietario del local

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Tras ejercer un tiempo en otro local, Los Caletones, Betancor no dudó en adquirir el Bochinche Los Jamones cuando se lo propuso Santiago Díaz. "Le quiero como a un hermano porque me echó una mano muy grande para poder llevar este sitio", aseguró el actual dueño. A menudo la familia de Díaz continúa viniendo al local a comer después de su último traspaso. 

A las puertas del pictórico lugar siguen acudiendo antiguos clientes y nuevos transeúntes que paran a tomar algo y terminan pasando la tarde ahí. Una gran parte de las personas que van son extranjeros que tienen su segunda vivienda en la zona de La Isleta y que en los meses de invierno no dudan en pasar por el bar. Betancor atribuye el éxito del negocio al "boca a boca" entre los vecinos, que hace que más personas terminen descubriendo su bar. 

Juan José Betancor, actual dueño del Bochinche Los Jamones, junto a la barra del local. Juan Carlos Castro

A la tradicional carta poco a poco se han ido sumando nuevos platos y entremeses. Junto a las clásicas tapas, los clientes piden con frecuencia su famosa tortilla de papas y las papas arrugadas. También tienen bastante éxito las raciones de caracoles, los churros de pescado y los chocos en salsa, entre otros platos.

"Mi familia y yo estamos muy contentos con la persona que regenta este sitio emblemático de la ciudad. Juan José Betancor es un gran profesional de la hostelería", aplaudió Santiago Díaz. El actual dueño del negocio espera que el tradicional local "siga funcionando con éxito" durante muchos años más. "No hago esto para hacerme rico pero disfruto con que el cliente salga contento y siempre lo consigo", concluyó el propietario. 

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