El PP califica de «muy grave» que la capital haga vertidos sin autorización

Sabroso sostiene que desde 2017 se producen vertidos por el emisario submarino del Teatro

Efe

El grupo del Partido Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha calificado de «sumamente grave» los vertidos que se vienen produciendo desde 2017 a través del emisario submarino del teatro «de forma ilegal», tras vencer la autorización del Gobierno de Canarias sin que ésta haya sido renovada.

En un comunicado, el PP subraya que, desde el 17 de julio de 2017, el Consistorio carece de autorización para el vertido de las aguas residuales de la estación de bombeo del Teatro Pérez Galdós y de las aguas residuales de la estación depuradora de Barranco Seco por el emisario submarino del teatro, «único emisario de la ciudad que contaba con la autorización ambiental necesaria para su funcionamiento hasta que el PSOE llegó al gobierno del Ayuntamiento».

«Desde esa fecha se está cometiendo una infracción tipificada como grave por la Ley de Costas sin que en más de cinco años Hidalgo y sus concejales del PSOE hayan sido capaces de conseguir una nueva autorización para esta infraestructura esencial», denuncia el viceportavoz del PP, Ángel Sabroso. Al respecto, el concejal popular opina que la política medioambiental del PSOE en la capital «es una gran mentira», en la que el colmo de la irresponsabilidad consiste en «haber dejado vencer la autorización ambiental del emisario submarino del teatro hace cinco años sin ser aún capaz de renovarla».

«Contar con las autorizaciones ambientales preceptivas para los vertidos de agua tierra mar no solo es una cuestión formal, sino que es la garantía de estar sometidos a un plan de control y vigilancia que velan por cuidado de nuestro litoral y la contaminación de nuestros mares. Hasta en lo más básico desde el punto de vista medioambiental el PSOE hace aguas, nunca mejor dicho, pues ni renovar las autorizaciones ambientales que había a su llegada al gobierno local ha sido capaz de hacer», afirma Sabroso.

«Estar más de cinco años vertiendo agua residual de forma ilegal ya ha derivado en una primera multa que el Ayuntamiento ni tan siquiera recurrió», recordaron.