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Restaurante El Pote, medio siglo cuidando el producto local

El establecimiento, en Mesa y López, une tradición con vanguardia para seguir siendo un referente | Sus tertulias políticas cimentan muchas decisiones para las islas

Cóctel del 50 aniversario del restaurante El Pote

Cóctel del 50 aniversario del restaurante El Pote La Provincia

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Cóctel del 50 aniversario del restaurante El Pote Christian Afonso

El restaurante El Pote ha sido testigo de la transformación de Mesa y López en el último medio siglo. Ayer, sopló 50 velas con la dicha de un «jovenzuelo» rodeado de su fiel clientela y de muchas amistades que se acercaron a un cóctel muy especial. Las claves de su éxito han sido, para sus actuales propietarios, apostar siempre por el producto de calidad y de cercanía, aunando tradición con vanguardia en sus platos y ambientes.

Poca gente en Las Palmas de Gran Canaria no conoce el restaurante El Pote, en el corazón de Mesa y López desde hace medio siglo. El establecimiento que fundaran dos camareros, Alonso y Darío, en 1972 en Juan Manuel Durán continúa siendo un referente gastronómico que cuida de la calidad de sus productos y que apuesta con decisión por el kilómetro cero. Los actuales propietarios, Aníbal Santana y Murli Kessmal, continúan la senda marcada y, aunque han abierto la oferta culinaria a otras cocinas más allá de la gallega con la que inició en los 70, han mantenido intacta la tradición, que se une con la vanguardia en aspectos como la imagen del local o las nuevas experiencias, para seguir abiertos pese a todas las crisis que se han puesto por delante. 

Preguntado por el secreto del éxito, Aníbal Santana lo resume en dos aspectos que cree fundamentales: optar por productos de calidad y tener el mejor servicio posible. «Son dos detalles que siempre se notan, por mucho que se presuponga que deban estar en cualquier establecimiento», remata uno de los actuales propietarios. Tratar con cariño la materia prima para deleitar a los comensales que, durante varias generaciones han acudido al restaurante a vivir una experiencia gastronómica única. 

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Aniversario del restaurante El Pote Juan Carlos Castro

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Cóctel por el 50 aniversario del Restaurante El Pote José Carlos Guerra

Para Adal Santana, el hijo de Aníbal y actual gerente del restaurante, es fácil contar con alimentos de calidad cuando se vive en Canarias. «El canario es un producto bestial, sus cualidades son altísimas y la gente nota rápido cuando no ponemos en el plato una papa, por ejemplo, que no sea de aquí», cuenta con un matiz de orgullo en el tono. Y es que el kilómetro cero goza de casi todo el protagonismo en la cocina de El Pote, pese a que cada día que pasa se hace más complicado y caro adquirirlo, porque son muchas las familias que están abandonando el campo con las últimas crisis concatenadas. Por ello, también son defensores de los mercados y, como apunta Adal Santana, teniendo al lado el Central, «vamos todos los días a comprar fresco, tenemos que aprovechar que haya una plaza como esa a pocos pasos del local». 

Conocido en un primer momento por la cocina gallega, El Pote pronto se expandió a otros mercados culinarios

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Así, traen desde la costa norte de Gran Canaria productos como quisquillas de Agaete y pescados, que en un 90% son de origen canario. También compran merluza pescada en la isla de La Graciosa, que no dudan en afirmar que tiene un toque muy especial que supone un auténtico festival de sabores para su clientela. También se hacen con papas negras del valle de Agaete. Y, si no pueden encontrar en el kilómetro cero algunos de los alimentos de su carta, los buscan en mercados consolidados de Península, como hacen con carnes de León o de Galicia o la ternera de Wagyu. Son embajadores de la canariedad también en las bebidas, por ejemplo en el caso del ron con las Destilerías La Aldea o Arehucas. 

En estos 50 años de trayectoria, El Pote ha pasado por varias etapas. En un principio, con Alonso y Darío al frente, se centró en la comida gallega, pero con el incremento de los precios del marisco, poco a poco se fue abriendo a otras opciones. A finales del siglo pasado, Santana y Kessmal decidieron comprarles a los fundadores el negocio en dos partes, primero a uno y luego al otro, y desde entonces han seguido expandiendo el negocio y manteniendo viva la tradición y las señas con las que arrancó en 1972. Ahora, por ejemplo, cuenta con diversos ambientes diferenciados, uno más formal en la planta baja -que compraron hace algunos años- y otro más ligero e informal en la planta alta, donde se encuentra la barra y la terraza. «Competir en calidad con la cada vez más amplia oferta gastronómica de la ciudad nos beneficia a todos, pero El Pote tiene la baza de que varias generaciones ya han pasado por aquí y lo transmiten», asegura Aníbal.

La ‘mesa de los jueves’ es una de los debates más longevos de los restaurantes de la ciudad, según Santana

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Unos pocos años menos, 45, tienen las tertulias del Pote, una parada obligatoria por la que han pasado un centenar de personalidades de diversos ámbitos como el científico, el periodístico o el político para debatir sobre la ciudad, la isla y la región. Cada semana, se reúnen en torno a la «mesa de los jueves» personas comprometidas con su entorno, que hablan de las medidas que se pueden implementar y las mejoras para el lugar en el que viven. «No tenemos que convencer a nadie para que venga aquí los jueves, sino que la gente viene porque ya nos conoce y mucha se organiza -incluso desde Madrid en el caso de algunos diputados- para poder venir aquí esos días», destaca Santana. Y es que a este restaurante icónico de la capital todavía le quedan muchas medidas por desgranar. 

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