Conducir borracho no es ningún juego

Escolares y voluntarios realizan una serie de talleres para mejorar la seguridad vial en La Puntilla

Unos 900 alumnos disfrutarán de las charlas por la semana del Día Mundial en recuerdo de las Víctimas de Siniestros Viales

Taller de Seguridad Vial en el IES El Rincón

C. T.

Cada año fallecen en el mundo 1,3 millones de personas en accidentes de tráfico. La asociación de profesionales por la seguridad vial imparte talleres en 40 países para revertir la situación

Hugo reconoce que se ha pasado con las copas después de salir con unos amigos, "una cosa llevó a la otra", señala, pero aun así intenta ir hacia el coche para volver a casa. Le cuesta mantener el equilibrio, abrir la puerta del auto y se lía a la hora de ponerse el cinturón. Se lo piensa dos veces y termina reflexionando: "si arranco ahora esto me mato". Hugo en realidad va a 3º de la ESO, lleva en las manos unas gafas de distorsión y está participando en un taller de seguridad vial junto a varios grupos de escolares de La Isleta con motivo del Día Mundial en recuerdo de las Víctimas de Siniestros Viales.

A lo largo de la semana unos 900 alumnos de Las Palmas de Gran Canaria, Gáldar y La Aldea aprenderán nociones básicas de autoprotección en la conducción y como peatones. Se trata de talleres que imparten voluntarios de la asociación Profesional por la Seguridad Vial, presente en más de 40 países, dentro del programa educativo mundial de Seguridad Vial para una Nueva Generación, denominado VIA.

Con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria, el propósito de estas charlas será "mejorar la prevención de lesiones y la reducción de riesgos a partir de un comportamiento vial mas seguro", según le explican desde el colectivo.

Este miércoles, varios grupos de chicos y chicas de distintos niveles educativos del CEIP Las Canteras y del Colegio Saucillo, ambos en el barrio de La Isleta, han participado en los talleres que imparte la asociación. El día comenzó a primera hora con una serie de nociones básicas de manera teórica en el aula. A continuación, tocó traslado a la plaza de La Puntilla, donde una serie de agentes de la Policía Local les esperaban con coches patrullas que les permitirían facilitarles la simulación de una serie de situaciones "complicadas", por así decirlo.

El taller que más causó implicación entre los estudiantes es al mismo tiempo la casuística que peores consecuencias puede tener: si bebes no conduzcas. Para que los chiquillos aprendieran los posibles efectos del alcohol, del cannabis y otras drogas duras, la asociación tiró de unas gafas de distorsión. Estas están reguladas con filtros que simulan diferentes niveles de alcohol en sangre, por ejemplo, y hacen que quien se las pone viva cómo podría comportarse en caso de estar en esa situación de embriaguez.

Taller de Seguridad Vial para escolares en Las Palmas de Gran Canaria

Taller de Seguridad Vial para escolares en Las Palmas de Gran Canaria / José Carlos Guerra

"Lo veo todo hecho agua"

Fátima Pereira da Silva, proveniente de Portugal y experta en seguridad vial, es una de las voluntarias de la asociación que se ha desplazado hasta Gran Canaria estos días. Ella se encarga de darles las instrucciones a los chicos que se ponen las gafas para ver cómo reaccionan. "¿Qué sientes?", le pregunta a Hugo, alumno del Colegio Saucillo, tras subir al coche patrulla con unas gafas reguladas entre 0,8 y 1 gramos de alcohol en sangre. "Lo veo todo hecho agua, como disuelto y borroso", señala él. De hecho, le costó coordinarse y al subir al coche iba a ponerse el cinturón de seguridad al revés.

Taller de Seguridad Vial para escolares en Las Palmas de Gran Canaria

Taller de Seguridad Vial para escolares en Las Palmas de Gran Canaria / José Carlos Guerra

Esta es una lección que repitieron con cada uno de los grupos que pasaron por La Puntilla durante la mañana de este miércoles. Mareos, descoordinación motora o movimientos autómatas son algunos de los síntomas que sintieron los chicos nada más ponerse las gafas. Aunque las sensaciones más fuertes las notaron nada más ponerse las gafas equivalentes a tomar una pastilla de éxtasis, "dan una sensación psicodélica", matiza Pereira da Silva.

También les enseñaron a reaccionar ante un ángulo muerto, tanto de conductores como de peatones. En otro de los talleres, Juanjo Candela, policía local en la unidad de tráfico de Elche, les mostró cómo reaccionar ante las distracciones, "si tenemos falta de visión, de concentración, si alguien nos habla, provoca que nos podamos desviar de nuestra trayectoria", indica. En este caso, reprodujeron con los chicos y chicas un caso real en el que un motorista arrolló a una niña de cinco años cuando su madre miraba distraída el móvil.