Desde mi noray

Dos agentes que elevaron al Puerto

Las Megagrúas del Puerto de La Luz

Las Megagrúas del Puerto de La Luz

Juan F. Fonte

Juan F. Fonte

El puerto de La Luz siempre ha tenido hombres que han luchado por engrandecerlo, por llevarlo hasta cotas elevadas al conseguir con sus gestiones directas el arribo de grandes barcos, que han venido a prestigiarlo poniendo de manifiesto la calidad de sus servicios.

En esta línea queremos resaltar a dos consignatarios que se distinguieron por su lucha para atraer nuevos buques a nuestro recinto. Son don Eugenio V. Pavillard y don Pedro Suárez Saavedra, el primero como director gerente de Elder Dempster (Canary Islands) y el segundo como presidente de Hamilton y Cia.(Las Palmas). La Luz les recuerda con la rotulación de dos calles dentro del recinto, como homenaje a estos hombres que contribuyeron a dar más prestigio a la bahía de Las Isletas.

Pavillard, al que conocimos y tratamos, fue un gran luchador. Consiguió que los famosos ‘Castles’ que iban a repostar por Madeira en la línea entre el Reino Unido y Sudáfrica, cambiaran su escala por La Luz, tanto a la ida como a la vuelta, siempre que se le garantizara una mínima estancia de cuatro horas. Tal desafío se cumplió y los servicios funcionaron de forma admirable, desde los prácticos a los remolcadores, pasando por los amarradores y compañías de suministro. También a este británico-canario se le debe el hecho de traer en cruceros de turismo a los trasatlánticos de la Cunard Lines, Queen Mary y Queen Elizabeth, los mayores del mundo en exclusiva para Gran Canaria en 1963 y por espacio de cuatro años.

Pedro Suárez siempre se distinguió por su convicción de que los cruceros tenían un gran futuro en este puerto. Fue un gran impulsor del arribo aquel 17 de enero de 2004 del mayor trasatlántico del mundo, el Queen Mary 2, cuyo 20 aniversario acabamos de conmemorar. Tras la estela de esta unidad hemos recibido el pasado año en los recintos de la Autoridad Portuaria de Las Palmas 639 escalas de cruceros con millón y medio de turistas. Lo que vaticinaba don Pedro Suárez es una espléndida realidad.