Los canarios que casi dan la vuelta al mundo

El grancanario Juan Francisco Arroyo y su compañera de trabajo, Marina Rodríguez, participaron hace 40 años en el programa de Televisión Española 'A la caza del tesoro', en el que se ganaba una vuelta al mundo

Perdieron en la última de las tres pruebas

El concurso estaba presentado por Isabel Tenaille y colaboraba el aventurero Miguel de la Quadra-Salcedo

Juan Francisco Arroyo recuerda aquella aventura televisiva que vivió en Televisión Española hace 40 años junto a Marina Rodríguez, y de la que se hizo eco EL DIARIO DE LAS PALMAS.

Juan Francisco Arroyo recuerda aquella aventura televisiva que vivió en Televisión Española hace 40 años junto a Marina Rodríguez, y de la que se hizo eco EL DIARIO DE LAS PALMAS. / Andrés Cruz

José A. Neketan

José A. Neketan

En el año 1984 solo había dos cadenas, La 1 y La 2 de Televisión Española, por lo que la oferta se repartía entre ambas. La audiencia estaba asegurada. Con las manos en la masa, En Portada, Ahí te quiero ver, Cosas de dos, La Bola de Cristal o Los padres de nuestros padres eran algunos de los programas que ocupaban la parrilla de la programación de las señales nacionales, con rostros como Rosa María Sardà, Elena Santonja, Joaquín Kremel, Matías Prats, Olvido Gara 'Alaska' y Carlos Tena, entre otros. A Juan Francisco Arroyo, de Las Palmas de Gran Canaria, le gustaba ver A la caza del tesoro, que presentaba Isabel Tenaille y en el que colaboraba el aventurero Miguel de la Quadra-Salcedo.

La dinámica del concurso era que la pareja debía resolver tres misiones, cada una de ellas con un tesoro, y en un tiempo de 45 minutos. Desde el plató y con libros y folletos sobre la mesa, debían orientar al reportero a través de las pistas que iban descubriendo, mientras él se movía en helicóptero por el lugar, hasta el punto que le indicaban la pareja concursante. El premio principal, una vuelta al mundo.

Juan Francisco Arroyo, que hablaba cinco idiomas, trabajaba en la compañía Iberia, y le propuso participar a una compañera de trabajo, Marina Rodríguez, que trabajaba en ese momento como supervisora para la aerolínea TAP Air Portugal y también controlaba varios idiomas.

La carta que enviaron para participar se juntó con más de 6.000 llegadas de todo el territorio nacional

Arroyo envió la carta con sus nombres. La propuesta era una más de las más de 6.000 recibidas de todo el territorio nacional para participar. De todas ellas las llegadas eligieron a 500 parejas y en la selección final fueron elegidos los grancanarios, junto a otras doce parejas finales. Una vez que se hizo pública su participación, la expectación fue tal que el periódico DIARIO DE LAS PALMAS se hizo eco de ello. Hoy se cumplen 40 años desde que Juan Francisco Arroyo y Marina Rodríguez aparecían en la portada del diario vespertino anunciando que la pareja elegida, de Canarias, se enfrentaba al reto de encontrar el tesoro del popular programa.  

Los concursantes isleños tuvieron que pasar varios exámenes antes de pisar el plató, «y entonces parece que vieron en mí la persona idónea junto a Marina», asegura Arroyo, quien recuerda que el programa, aunque se emitía desde la señal de Televisión Española, se grababa en los estudios de Tele Unión de París, porque la productora del programa que tenía los derechos era francesa.

El azar se la jugó

Allí que se fueron a concursar ‘A la caza del tesoro’, donde fueron recibidos por la presentadora Isabel Tenaille.

Grabaron de madrugada porque de la Quadra-Salcedo estaba en ese programa en Las Vegas (Nevada, USA) y la diferencia horaria era de nueve horas. Resolvieron los dos primeros acertijos en diferentes puntos de la Capital del Entretenimiento Mundial, pero el tercero ya no dependería de sus habilidades o capacidades para resolver los enigmas, sino del azar. 

Como sucede en Las Vegas, la última prueba fue una partida de Black Jack con cartas de pócker en un casino, y de la Quadra-Salcedo jugando por ellos desde la distancia. En el juego tenían que sumar con las cartas un valor lo más próximo a 21 pero sin pasarse. Y como ocurre la mayoría de veces en el juego, perdieron su vuelta al mundo y ganó la banca.

«No sabía que la última prueba era esa partida en el casino, porque no había ocurrido en ninguno de los programas anteriores. Además yo soy contrario a los juegos del azar. Al final perdimos la vuelta al mundo, pero nos recompensaron con bastante dinero», afirma Arroyo ya con la rascadera más que curada después de tanto tiempo. Pero no le dio mucha pena perder ese premio ansiado por miles o millones de españoles que a diario se pegaban a una de las dos cadenas nacionales. «Cuando fui al programa ya había visitado bastantes países por mi condición de trabajador de Iberia», explica, a la vez que confiesa entre bromas que se evitó un problema al no poder dar en aquella época la vuelta al mundo «con una mujer que no era mi mujer». A sus casi 80 años el ex concursante ya ha conocido 70 u 80 países, «porque aproveché el viajar todo el tiempo que pude trabajando en la aerolínea», apunta. 

Toda esa aventura televisiva tendría premio al regreso de la participación en el programa, pero de otra manera. El reconocerlos por la calle después de verlo en la pantalla y hacerse populares. «Estamos hablando de los años 80 y aparecer en la tele fue una fiesta en mi casa, con mi mujer, mis hijos y mi padre, y después la gente que te reconocía por la calle porque, claro, habías entrado en los hogares de un montón de gente. Claro, no te conoce ni Cristo y cuando irrumpes en la televisión la gente se queda con tu cara, y más en ese tiempo en el que aparecer en la pantalla siendo de Canarias era casi un hito. Fue una experiencia muy bonita», recuerda.

Aún así, no resta valor al premio estrella del programa para ese tiempo, «pero mira las facilidades que hay ahora para dar la vuelta al mundo, que puedes empezar desde Gran Canaria y lo puedes hacer en tres días. El que no vuela ahora mismo, bueno, la verdad es que tampoco es que te regalen nada, pero hay más facilidades para todo, incluso para los pagos de los billetes y demás». 

De su compañera de concurso, Marina Rodríguez, asegura que hace muchos años que no sabe nada de ella, aunque no olvida aquel momento televisivo que compartieron. 

Juan Francisco Arroyo aún conserva en su casa las páginas que les dedicó EL DIARIO DE LAS PALMAS. Después de todo este tiempo sostiene las mismas palabras que dijo al periódico hace 40 años: «Salimos airosos del tema».