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Una naviera italiana compra a Armas el mítico ferri ‘Las Palmas de Gran Canaria’

Caronte & Tourist, que contempla pagar entre 10 y 15 millones por el buque, quiere destinarlo a Sicilia para hacer las rutas comerciales entre las islas menores

El buque 'Las Palmas de Gran Canaria', atracado en Tenerife.

El buque 'Las Palmas de Gran Canaria', atracado en Tenerife. / Trasmediterránea

El grupo Armas Trasmediterránea, que está inmerso en un plan de reestructuración a causa de su deuda millonaria, continúa desprendiéndose de activos para sanear la naviera. 

Ahora le toca al buque Las Palmas de Gran Canaria, uno de los ferris históricos de Trasmediterránea, compañía que lo encargó en la década de los noventa para realizar el transporte de pasajeros, coches y mercancía en Canarias, sobre todo entre Santa Cruz de Tenerife y la capital grancanaria, ruta en la que estrenó en mayo de 1993, recoge el historial del barco publicado por la empresa. 

El Grupo Armas ha llegado a un acuerdo con la naviera italiana Caronte & Tourist para venderles el ferri. La operación, que oscila entre los 10 y los 15 millones de euros, ha sido confirmada al digital Shipping Italy por el propio comprador. La compañía lo va a destinar a cubrir las rutas de Sicilia con sus islas menores.

Plan estratégico de los 90

A comienzos de 1990, Trasmediterránea, entonces de titularidad estatal y con Luis Delso de presidente, aprobó un plan estratégico de «64.000 millones de pesetas» que incluía la construcción de dos buques tipo «ro-pax» en los astilleros de la Unión Naval de Levante, entre otras unidades. Ambos fueron diseñados de manera específica para los tráficos interinsulares de Canarias, con la finalidad de sustituir al Ciudad de La Laguna y al Villa de Agaete, de la serie Delfín. Fruto de ese encargo nacen los tritones Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.

Trasmediterránea se privatizó en 2002, y tres años después fue adquirida por Acciona, que acabó vendiendo la compañía a Armas en 2019. De esa adquisición son las deudas que arrastra la naviera de origen canario, la cual ha perdido la mayoría isleña en su accionariado y se encuentra ahora en manos de sus acreedores, con varios frentes judiciales vinculados al plan de ajuste aprobado por la mayoría.

El barco fue creado en 1993 para el tráfico entre islas por encargado de Trasmediterránea

En medio de esas circunstancias llega la venta del ferri Las Palmas de Gran Canaria, una de sus unidades más veteranas y, por tanto, menos rentables de cara al saneamiento y una posible venta posterior de la empresa. Su hermano gemelo, el Santa Cruz de Tenerife, fue enajenado en 2012 por Acciona y, en la actualidad, tras varios cambios de dueños y de nombres, navega en Indonesia.

Otro grande que resiste

Gracias a ese Plan Estratégico de los noventa nacieron también los ya desaparecidos jet-foil japoneses y, sobre todo, el mítico Juan J. Sister, un ferri hecho en Finlandia que sigue en activo y que revolucionó la conexión entre Cádiz y Canarias por su gran capacidad de carga, entre otros servicios y comodidades para los pasajeros.

Esa mayor maniobrabilidad en la zona de carga o la amplitud de sus camarotes y zonas comunes fue anticipada por el ferri Las Palmas de Gran Canaria, que ahora cambia Canarias por Sicilia y que se estrenó el 5 de mayo de 1993. Su primera escala, procedente de la capital grancanaria y de los astilleros valencianos, fue Santa Cruz de Tenerife, siguiendo luego hacia los puertos de La Estaca (El Hierro), Santa Cruz de La Palma, Puerto del Rosario (Fuerteventura) y Arrecife (Lanzarote). 

El ‘Santa Cruz de Tenerife’, su hermano de promoción, fue vendido en 2012 y ahora opera en Indonesia

No sólo se dedicó al tráfico de carga rodada y de pasaje en el archipiélago canario. También, en 1996, ejerció de carguero de Cádiz a Canarias, siendo destinado en 1999 a cubrir la ruta entre Barcelona y Palma de Mallorca. Un año después, en 2000, lo mandaron a cubrir las rutas del Estrecho, en particular las conexiones de Algeciras con Tánger y con Ceuta. En 2011 regresó a las rutas canarias, aunque estos últimos años ha vuelto al norte de África. Ha sido, en definitiva, el barco para todo de Trasmediterránea, Acciona y Armas, un comodín de tres cubiertas, 116 metros de eslora y capacidad para 1.120 pasajeros gracias a sucesivas reformas de ampliación.

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