El número de ahogados baja en las costas canarias con respecto a 2022

En 2023 se registraron en la comunidad canaria un total de 71 fallecimientos, cuatro menos que el año anterior

El número de afectados, sin embargo, se incrementó de 208 a 253

De izquierda a derecha, Sebastián Quintana, Pedro Quevedo, Pablo Rodríguez y José Gilberto Moreno, este martes en  el Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria.

De izquierda a derecha, Sebastián Quintana, Pedro Quevedo, Pablo Rodríguez y José Gilberto Moreno, este martes en el Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria. / L. SÁNCHEZ

Las imprudencias de los bañistas provocaron el pasado año 71 muertes por ahogamientos en las playas, piscinas y zonas de costa de Canarias. Una cifra, que aunque algo inferior a la de 2022 -cuatro muertes menos- no debe pasar indiferente para la ciudadanía y las administraciones públicas, ya que supone un número importante de pérdidas humanas, sin contar con los que perecieron al llegar al hospital o quedaron con lesiones graves de por vida. En total, se produjeron 253 accidentes acuáticos en 136 playas del Archipiélago. Estas fueron algunas de las cifras que puso sobre la mesa la asociación Canarias 1.500 kilómetros de costa este martes en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología durante la presentación del VIII Informe sobre accidentes acuáticos en Canarias 2023.

Desde 2016, fecha en la que la asociación viene contabilizando estos datos, hasta 2023, perecieron en Canarias un total de 533 personas.

El último este mismo lunes en la playa del Pirata, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana de la isla de Gran Canaria. El bañista era un turista de 30 años y se metió en el agua con bandera roja, según aseguró el presidente de la asociación Sebastián Quintana.

Desde 2016 que la asociación Canarias 1.500 de costa realiza este estudio, 533 personas han parecido en playas, puertos y piscinas. La mayoría de ellos eran bañistas

Pese a que el número de fallecidos descendió en 2023 un 4% respecto al balance del año anterior (74), el número total de afectados, sin embargo, se incrementó, pasando de los 208 a 253. De ahí la necesidad de seguir insistiendo en la divulgación de estos datos, así como en la prevención y educación entre los bañistas, pescadores y deportistas acuáticos, principales colectivos afectados. El 54% de los accidentes ocurrió en las playas y el 35% en puertos y zonas de costa. El 7% sucedió, sin embargo, en piscinas naturales y el 4% en piscinas.

La mayoría de los ahogamientos ocurrieron en Gran Canaria y en Tenerife -24 muertos en cada isla-, seguido de Fuerteventura (12); Lanzarote (8); La Gomera (2) y El Hierro (1). La Palma y La Graciosa fueron las dos únicas islas del Archipiélago en el que no se registró ningún ahogamiento.

El 68% de los que perdieron la vida eran bañistas; el 8% pescadores; el 7% submarinistas y el 3% realizaba actividades acuáticas en el mar. Un dato significativo es que el 10% de los fallecidos no estaban en el agua, sino que perecieron por estar en lugares peligrosos o indebidos o hacerse una foto cuando el oleaje está fuerte; entre otros factores.

Gran Canaria y Tenerife ostentan el mayor número de fallecidos; 24 personas en cada una de las islas

El incumplimiento de las normas y tratar de alcanzar la costa cuando la corriente está en contra son dos de los errores más habituales que cometen los bañistas que se ahogan, indicó el presidente de la asociación Canarias 1.500 kilómetros de costa, dedicada a la divulgación y prevención de este tipo de siniestros.

La mayor parte de los fallecidos eran varones entre 55 y 70 años de edad. El 67% de los óbitos se registraron además en horario de tarde, cuando los equipos de salvamento, si existen en las playas, dejan de estar operativos.

Más allá de la educación

La divulgación de este problema, así como la puesta en marcha de campañas preventivas y el fomento de la educación parece no ser suficiente para advertir del peligro que supone no respetar las banderas y la señalización que hay en nuestras costas. Así lo pusieron de manifiesto el presidente de la asociación Canarias 1.500 kilómetros de costa Sebastián Quintana; el concejal de Ciudad de Mar del Ayuntamiento de Las Palmas Pedro Quevedo; el director general de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria Pablo Rodríguez y el director del Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología José Gilberto Moreno en dicho museo, donde se presentó este informe. Todos coincidieron en que hay que seguir insistiendo en la divulgación y en la educación, tanto en el colectivo de residentes como de turistas que nos visitan, ya que tanto unos como otros desoyen las advertencias y presentan conductas imprudentes. Los primeros por exceso de confianza y los, segundos, por desconocimiento de la zona.

El director del Museo Elder fue, sin embargo, más contundente respecto a la necesidad de que la legislación vaya avanzando también en este aspecto para evitar las continuas muertes, igual que ha ocurrido con los accidentes de tráfico en las carreteras, sobre todo a la hora de amonestar a aquellas personas que se saltan los avisos de peligro y ponen en riesgo la vida de los demás al socorrerlos. También de la necesidad de que la ciencia vaya de la mano de la prevención para que, ampliando el conocimiento sobre el comportamiento del mar o de las corrientes, las personas puedan distinguir los peligros con facilidad cuando se acerquen al litoral.

En este sentido, Sebastián Quintana defendió también la necesidad de que los ayuntamientos instauren y amplíen el servicio de socorrismo en las playas, así como la señalética de peligro, pese al gasto que supone para ellos y a pesar de que el Tribunal Supremo anuló el pasado año el decreto del Gobierno de Canarias de 2018 que obligaba a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes a contar con un servicio de vigilancia y socorrismo en sus playas. Canarias y Baleares son las dos únicas comunidades que tienen legislación relativa a la salvaguarda de las personas en el litoral.

También a que los socorristas, que no son agentes de la autoridad, puedan mantener mayor comunicación con la policía local para, de este modo, advertir a los infractores dado que en estos momentos no se sanciona a nadie que infringe la bandera roja.

Cifras en Gran Canaria

En el caso concreto de Gran Canaria, en 2023 se produjeron 24 fallecidos, 26 heridos y 43 rescates. Los municipios de Mogán, San Bartolomé de Tirajana y Las Palmas de Gran Canaria fueron los que más ahogamientos registraron dado que son los principales puntos turísticos de la isla y ostentan también el mayor número de playas y piscinas.

Los cuatro fallecidos de Las Palmas de Gran Canaria se produjeron en las playas de La Laja, Las Palmas de Gran Canaria y El Confital. En este último punto, la persona que pereció fue un pescador. Dos menores siguen aún desaparecidos desde el pasado 8 de marzo en la zona de El Confital, cuando fueron a pescar.

En San Bartolomé de Tirajana, los fallecimientos de bañistas ocurrieron en la playa del Águila, San Agustín, Los Llanos de los militares. Una cuarta muerte se produjo en una piscina y se trataba de un menor.

En el municipio de Mogán, la casuística afectó tanto a bañistas como pescadores, submarinistas y paseantes. Un submarinista falleció en el muelle de Mogán; un pescador en la playa de Anfi del Mar, donde también pereció un bañista. Otro bañista pereció en la playa de Puerto Rico, mientras que otra persona lo hizo por otras causas en la costa de Arguineguín.

Tanto el director general de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria como el concejal de Ciudad del Mar y el director del Museo Elder agradecieron el trabajo que realiza la asociación por visibilizar este problema, «difícil de entender», como dijo Pedro Quevedo; ya que se debe a la irresponsabilidad de la gente, y porque en Canarias supone la segunda causa de muerte, por encima de los fallecimientos en carretera.

Pájara, récord de muertes

El municipio majorero de Pájara ostentó el mayor número de muertes en 2023. Fallecieron un total de 8 personas, la mayoría bañistas, aunque también hubo un pescador, un windsurfista y una persona por otras causas.

Le siguen los municipios grancanarios de Mogán, San Bartolomé de Tirajana y Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Adeje, Puerto de la Cruz en la isla de Tenerife y La Oliva, en Fuerteventura.