La sucursal del Museo del Prado en Las Palmas de Gran Canaria

Las Casas Consistoriales de la plaza de Santa Ana acogen 21 obras que pertenecen al catálogo del Museo del Prado

La Casa de Colón y el TSJC albergan más cuadros

José A. Neketan

José A. Neketan

Admirar algunas de las obras que pertenecen al catálogo del Museo del Prado, considerado uno de los mejores del mundo, es posible sin salir de Las Palmas de Gran Canaria. Las Casas Consistoriales de la plaza de Santa Ana alojan 21 cuadros, la Casa de Colón expone 13 y tres más están en el edificio del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Las primeras llegaron a la capital hace más de un siglo, a partir de la visita que el rey Alfonso XIII realizó a las islas capitalinas en 1906. Era la primera vez que un monarca español visitaba las Islas. El historiador Fernando Bruquetas de Castro, en su ponencia Los cuadros de la colección Real en Las Palmas, en el marco del vigésimo quinto Coloquio de Historia Canario-Americana (2022), explicó que «fue debido a la memorable visita real a Las Palmas de Gran Canaria, que las autoridades locales aceptaran la invitación del monarca para que procuraran dotar a la ciudad de un fondo patrimonial acorde con los tiempos modernos que corrían a principio del pasado siglo». Bruquetas, en su ponencia, detalló que estas remesas «se realizaron en diferentes fechas con características similares en casi todas ellas, pues se enviaban iconografías de temática colonial, naturaleza exótica y vigor indígena, además de algunos trabajos adscritos a estilos pictóricos clásicos». Son, en su mayor parte, cuadros de factura moderna, pertenecientes a firmas que gozaban de relativo prestigio en la época (finales del siglo XIX y principios del XX).

Entre las obras que hay expuestas en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria destacan Emigrantes, del pintor asturiano Ventura Álvarez Sala, que llegó al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1909, según el Prado, y que se encuentra expuesto en la pared frente a la escalera noble; Retrato de niña, de Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina, y varias pinturas filipinas de finales del siglo XIX, que llegaron en otras remesas.

'Emigrantes', de Ventura Álvarez Sala, es una de las obras que el Museo del Prado tiene depositadas en las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria

'Emigrantes', de Ventura Álvarez Sala, es una de las obras que el Museo del Prado tiene depositadas en las Casas Consistoriales de Las Palmas de Gran Canaria / LP/DLP

Javier Pueyo, conservador de la Casa de Colón, asegura que el Museo del Prado «ha cambiado su política actual. Ahora con el proyecto ‘Prado Extendido’ lo que quiere es intentar arreglar el ‘error’, que se produjo en su momento». Las piezas que se mandaron desde el Prado a Gran Canaria, agrega, «no tenían mucho que ver con ni con la isla, ni con el recorrido histórico, ni con nada, por lo que nos quedamos bastante extrañados». 

'Retrato de niña', de Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina, está en uno de los pasillos de las Casas Consistoriales

'Retrato de niña', de Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina, está en uno de los pasillos de las Casas Consistoriales / LP/DLP

Después de un encuentro en el museo en Madrid, Pueyo supo que en aquellos primeros momentos lo que se pretendía era que esas piezas tuvieran una conexión afectiva con los diferentes sitios con los que se mandaban y que sirvieran para empezar una colección «y que ahora quieren hacerlo al revés».

El Prado tiene 3.418 obras de su catálogo de patrimonio nacional que están depositadas en otras instituciones

El conservador subraya que desde Canarias no es posible «coger todos los fines de semana un avión para ir al Museo de Prado, y eso es un perjuicio para la ciudadanía». Para Pueyo, «que podamos admirar estas piezas aquí es justo y necesario». También espera que en algún momento puedan confluir todas juntas. 

3.418 obras en depósito

Víctor Cageao, coordinador general de Conservación del Museo del Prado, explica que ahora mismo el museo tiene exactamente 3.418 obras que le pertenecen «pero que están depositadas en otras instituciones españolas. Muchas de ellas en museos, pero también las hay en instituciones oficiales, como ayuntamientos, diputaciones provinciales, ministerios o embajadas».

Cageao asegura que la mayor parte de los depósitos se han hecho a lo largo del tiempo, «muchos de ellos a finales del siglo XIX». En el caso del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, «la mayoría se hicieron en el año 1913. Son depósitos históricos, obras que el Museo del Prado consideró en aquel momento oportuno mandarlas allí y así se hizo. Desde entonces están en depósito, confiadas al Ayuntamiento y los distintos contratos se van renovando sucesivamente».

El Ayuntamiento alberga varias pinturas filipinas de finales del siglo XIX que llegaron en otras remesas

El coordinador general subraya que las primeras obras llegaron en 1913 por una Real Orden «y la mayoría de ellas están ahí desde aquella época», y añade que algunas de las que se enviaron estuvieron en la exposición de Filipinas de 1887 y otras tienen una procedencia diferente.

Comprobaciones periódicas

Víctor Cageao apunta que todo ese patrimonio nacional depositado tiene revisiones periódicas de su estado. «Nos desplazamos a los lugares oportunos y hacemos una comprobación de que las obras están en el lugar donde dicen que están. Lo hacemos no solo por nuestro interés, que por supuesto lo tenemos, sino porque la Intervención General del Estado nos requiere que de vez en cuando se realicen esas comprobaciones». 

La lavandera, una de las obras de origen filipino que también está en las Casas Consistoriales.

La lavandera, una de las obras de origen filipino que también está en las Casas Consistoriales. / LP/DLP

Volviendo a Fernando Bruquetas, en su intervención durante el XXV Coloquio de Historia Canario-Americana planteaba que habría que reclamar que esas obras fueran expuestas al público canario «y que dejen de estar secuestradas a la ciudadanía, pues la mayor parte de ellas adorna el interior de los despachos de las instituciones locales (Casas Consistoriales y oficinas municipales, así como las del Tribunal Superior de Justicia), excepto los depositados en la Casa de Colón de Las Palmas, que están expuestas al público en salas adecuadas y visitables», y añadía que «es obligatorio» reivindicar la necesidad de que estas obras de arte, o las que aún quedan aquí, puedan ser exhibidas en el Museo de Bellas Artes, para que el público canario pueda acceder al conjunto de ellas, como originalmente se había previsto, «y que de forma definitiva estos ejemplares, representativos del arte moderno de finales del siglo XIX, abandonen el ostracismo de los despachos y el confinamiento de las oficinas municipales, adonde se les ha condenado desde una administración, que continúa con una práctica política que se manifiesta insensible tanto con la pintura como con la cultura universal». 

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