La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El nacimiento de sus dos nietos en Arucas vino acompañado de dos premios gordos

Los grandes premios repartidos por el Bazar Ferrera coinciden con el crecimiento familiar

Cuarto premio, del 42833, en Las Palmas de Gran Canaria

Cuarto premio, del 42833, en Las Palmas de Gran Canaria

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Cuarto premio, del 42833, en Las Palmas de Gran Canaria Javier Bolaños

El número 42833 dejó un pellizco en Arucas. El Bazar 1X2 Ferrera, situado junto a las Casas Consistoriales, repartió un cuarto premio del sorteo de la Lotería de Navidad, que gracias a la venta por máquina llegó a más de un centenar de localidades españolas en distinta proporción. Y lo hizo con una anécdota, ya que Pino Ferrera, la actual propietaria y tercera generación de la familia dedicada a la venta de la suerte, esparció esta nueva alegría para los agraciados coincidiendo con el año del nacimiento de su nieto, Héctor, como antes pasó con otro Gordo navideño en 2018, con la llegada de su primer nieto, Álvaro. Ambos son hijos de Ariadna Medina Ferrera, que también trabaja en este punto de venta localizado en la plaza de la Constitución, y que representa a la cuarta generación familiar en los juegos de azar.

El negocio ha alcanzado ya la cuarta generación, tras empezar con las quinielas de fútbol

decoration

Tenía que llegar. En los últimos meses no había hecho más que dar premios en distintos sorteos, ya fueran de la Bonoloto como de la lotería tradicional. De esta forma había repartido una buena suma de dinero entre sus clientes. Y los antecedentes no hacían más que confirmarlo.

De ahí que algo hiciera presagiar que el 22 de diciembre podría llegar una nueva sonrisa al establecimiento, y lo hizo con uno de los premios gordos. En este caso fue uno de los cuartos, que reparte 20.000 euros por cada billete adquirido (200.000 por la serie).

La alegría de la llegada del segundo nieto de Pino Ferrera vino nuevamente acompañada de un sorteo con regalo. Ya en el año 2018, cuando nació Álvaro, su primer nieto e hijo de Ariadna, dio el Gordo. Y en el mismo año que llega Héctor, que ahora tiene cinco meses, vuelve a traer la fortuna para los agraciados.

A mediodía de ayer desconocía todavía cuántas personas pudieron comprar sus billetes en su establecimiento. En su caso, tiene mucha clientela local, pero también pasan por el establecimiento numerosos visitantes foráneos, ya que se encuentra en una zona de paso para muchos turistas nacionales y extranjeros que se mueven dentro del casco histórico, desde la iglesia a la fábrica de ron pasando por el Parque Municipal. Y algunos de ellos hacen una pequeña parada en busca de la suerte.

Entre ellos, y pocas horas antes del sorteo, tuvo la visita de una persona inglesa que procedía la localidad de Mánchester, y que antes de regresar a su país se iba a dar un salto a Valencia, dentro de una ruta muy curiosa. Y lo sabe, detalla la vendedora, porque le recordó el plazo que tenía para cobrar el premio en caso de que fuera uno de los que saliese del bombo y no lo perdiera. En ese caso, si fuese así, tendría la posibilidad de cobrarlo cuando estaba todavía en España, según su inicial plan de viaje.

El padre y abuelo de Pino Ferrera ya vendían billetes de la suerte hace décadas. Empezaron recogiendo las quinielas del fútbol, para ir ampliando la actividad, tanto en los juegos de azar como en la venta de otros productos propios de un bazar.

Muchos turistas se han llevado para sus países sus números en busca de la fortuna española

decoration

En su caso, Pino empezó en este negocio en el año 2013, y en los últimos tiempos se ha sumado su hija Ariadna, que representa a la cuarta generación dedicada a la venta de loterías.

Entre alegrías y palabras de felicitaciones, el pequeño Álvaro, uno de los protagonistas de esta historia que trae el sorteo de la Lotería, permanecía tranquilamente tumbado en su carrito, ajeno a todo lo que se vivía a su alrededor. Pero lo hacía con los ojos bien abiertos, como si no se quisiera perder ese acontecimiento, con apenas cinco meses de vida.

La noticia del cuarto premio apenas generó movimiento matutino frente al bazar, pese al dinero que iba a dejar. Eso sí, los clientes habituales seguían pasando para llevarse algún número de otros premios venideros, además de otros productos que venden en el local, sobre todo golosinas.

Pino Ferrera esperaba la llegada del cartel para dar a conocer el premio que había distribuido, aunque ya en el panel que han puesto sobre el mostrador anunciaba que el cuarto premio del gordo, agraciado con 200.000 euros, había sido vendido allí.

Compartir el artículo

stats