Seis meses después de haber mostrado en Ginebra su Formentor, Cupra, la marca de altas prestaciones desgajada de SEAT, desvela en otro gran salón europeo, el de Frankfurt, el Tavascan. Este prototipo muestra el verdadero potencial de diseño de esta firma sobre una carrocería todocamino de aspiraciones coupé.

Pero además de ese diseño más expresivo y que multiplica los índices de agresividad, el Tavascan se caracteriza también por ser el primero completamente eléctrico de la breve historia de Cupra, con permiso del e-Racer, un turismo de competición 100% libre de emisiones. Esa condición de eléctrico ha proporcionado una gran libertad creativa a los diseñadores, ya que las enormes tomas de aire frontales están hechas para que éste circule con fluidez hacia el interior para refrigerar las baterías.

Las poderosísimas llantas de 22'' también presentan un diseño muy aerodinámico. La sección posterior remata esa capacidad innata del Tavascan para cortar el viento. Tanto en el frontal como en la espalda, el emblema de Cupra está iluminado. Ya instaurados como una seña de identidad de su catálogo en construcción, el color cobre y los acabados en carbono se repiten en interior y exterior.

El habitáculo es muy minimalista y, como la carrocería, inaugura un nuevo concepto de diseño. Ya hemos visto en otros coches -incluso de Cupra y su matriz- el uso del cuero, carbono y alcántara, pero el Tavascan los combina de una forma distinta. La iluminación LED y las pantallas digitales de alta definición en cuadro (12,3'') y sistema de infoentretenimiento (13'') son lo más característico de este interior junto a los asientos tipo baquet con altavoces integrados y conectividad para el teléfono inteligente.

Aunque su denominación puede sonar muy exótica, Cupra, como SEAT, mantiene la tradición de adoptar nombres de la geografía española, en este caso, de un pueblo del Pirineo ilerdense muy próximo a la frontera francesa y andorrana.

Mediante dos motores, uno en el eje anterior y otro en el posterior, este prototipo presume de una potencia de 306 CV que se traduce sobre el asfalto en una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h, según la marca, de 6,5 segundos. Más interesante aún es el dato de autonomía: 450 kilómetros en ciclo WLTP mediante su equipo de baterías de iones de litio de 77 kWh de capacidad. Este prototipo se basa en la plataforma MEB que el Grupo Volkswagen ha creado para acelerar sus planes de electrificación.

De momento, el Tavascan es un concepto, un estudio de diseño que Cupra ha creado para el futuro. Sin embargo, independientemente de que algún día sea una realidad, su mera proyección es toda una declaración de intenciones de lo que quiere ser esta nueva marca en cuanto a diseño y tecnología. Posiblemente, su recibimiento en el Salón de Frankfurt marque su destino.