La crisis sanitaria fruto de la pandemia del Covid-19 ha alterado los hábitos y escenarios de trabajo. En este contexto de confinamiento social, las notarías mantienen su actividad porque la vida sigue su curso. Y no es que por las situaciones de emergencia ante el agente patógeno se hayan incrementado en las últimas semanas peticiones de testamento. En este sentido, somos previsores, según explica Alfonso Cavallé, presidente del Colegio Notarial de Canarias.
"El testamento es un documento notarial con un coste muy reducido, entre 30 y 40 euros. Este coste es igual para todos, por muy complicado que pueda ser el testamento. Y ciertamente, algunos lo son", razona Cavallé.
¿Es posible hacer testamento en tiempos de pandemia, bien por previsión, o por una situación de salud que así lo aconseje? "Sí se puede, pero solo en caso de urgencia, que tendrá que apreciar el notario", puntualiza el presidente del colectivo. El ritmo de trabajo en las notarías del Archipiélago, sujeto a los servicios mínimos y de urgencia, ha sido el habitual, sin que la crisis sanitaria haya provocado una avalancha de peticiones. "Sí se está solicitando, pero no se aprecia un incremento significativo. La sociedad canaria desde hace años acostumbrada cada vez más a no esperar para tener su testamento".
Es la tecnología la herramienta que se antoja más segura para quienes requieran de los servicios notariales a efectos de testamento. Según Alfonso Cavallé, "el Notariado es pionero entre los operadores jurídicos en la aplicación de las nuevas tecnologías y es de los más avanzados del mundo. El Consejo General del Notariado tiene su plataforma o centro tecnológico que es el único en España, junto con el Ministerio de Interior, que disponen de sistemas homologados a nivel europeo de firma electrónica en la nube".
El Consejo ha trasladado varias propuestas al Gobierno en relación con la situación generada por la pandemia del Covid-19, entre ellas que "pueda otorgarse testamento ante el notario mediante videoconferencia a través de la sede electrónica notarial". Es, en opinión de Alfonso Cavallé una fórmula que implementaría las tres modalidades que se pueden hacer mientras dure el estado de alarma, que serían: el testamento ante notario, el testamento en tiempo de epidemia y el testamento ológrafo. "El más recomendable es el testamento ante notario. Es sin duda el más seguro y económico", detalla.
Manipulaciones
El testamento mediante videoconferencia a través de la sede electrónica notarial se presenta como la fórmula de mayor seguridad. "En este testamento, a fin de evitar captaciones de voluntad, manipulaciones, abusos u otros riesgos, la videoconferencia se realizaría con las más altas medidas de seguridad existentes en Europa, a través de la plataforma del Consejo General del Notariado, se mantendría la interactuación visual y el diálogo del notario con el testador, el asesoramiento y la redacción".
Destaca el presidente que en este caso "el otorgamiento tendrá además de las garantías tecnológicas, las jurídicas ya que, como siempre, el notario deberá dar fe de la identidad del testador, asegurarse de que a su juicio tiene capacidad y de que el consentimiento ha sido libremente prestado y se adecua a la legalidad y a la voluntad debidamente informada del testador".
La figura del testamento "en tiempo de epidemia" está regulado en el Código Civil, recuerda el presidente del Colegio Notarial. Una opción que "es de difícil empleo en la actualidad" ya que según detalla, "porque exige agrupar durante un buen rato en un espacio reducido a tres testigos y al testador, lo que de por sí es un riesgo, posibilidad que difícilmente se admitirá en los hospitales, y que resulta desaconsejada por las medidas de seguridad adoptadas durante el estado de alarma".
Además, hay que tener en cuenta que este documento "quedará ineficaz si pasan dos meses desde el cese de la epidemia", y que se si se produjera el fallecimiento del testador "también quedará ineficaz si en los tres meses siguientes no se acude al notario para que lo eleve a escritura pública".
En lo que respecta al testamento ológrafo, este "tiene que redactarse de puño y letra por el testador, con expresión del día, mes y año", y para ello se puede pedir consejo al notario por teléfono o correo electrónico. "No es muy conveniente esta figura", advierte Alfonso Cavallé , toda vez que "al fallecimiento del testador ha de llevarse al notario por quien lo tenga en su poder dentro de los diez días siguientes al que tenga noticia de su fallecimiento, para su protocolización, lo que exige un procedimiento para demostrar su autenticidad".
Servicios en red
En cualquier caso, se recomienda ponerse en manos de un profesional, y desconfiar de los recursos online. "Hay que tener mucho cuidado con lo que se oferta por internet", advierte Alfonso Cavallé. "El profesional especialista y que tiene la competencia en materia testamentaria es el notario, y nadie le podrá asesorar e informar con mayor autoridad sobre esta materia. Cuando quiera hacer testamento lo mejor es que se dirija a cualquier notario".
Distintas opciones de testamento digital, online, y vital, así como una amplia cartera de servicios funerarios, tales como velatorios digitales, trámites de seguros y defuncion, son servicios que abundan en Internet para suplir las restricciones que impone el estado de alerta: entre otras, la prohibicion de los velatorios y la presencia controlada en entierros y crematorios.
