Muere Rafael González-Jaraba, arquitecto de los principales complejos hoteleros del sur de Canarias

El arquitecto grancanario Rafael González-Jaraba, artífice de los más destacados complejos hoteleros del sur de Canarias, sobre todo, en las islas de Gran Canaria y Lanzarote, falleció en la noche del pasado martes, a los 74 años.

Fundador del estudio Jaraba Arquitectos, González-Jaraba fue uno de los principales promotores del desarrollo turístico del sur en la provincia de Las Palmas, donde proyectó numerosos complejos de hoteles, bungalows y apartamentos como el Hotel RIU Palace Meloneras, Hotel Suite Taurito, Taurito Princess y Baobab Taurito, Hotel Bahía Feliz o la ampliación del Hotel Oasis, en Gran Canaria; así como el Hipotels Natura Palace o el Hotel Club Calimera, en Lanzarote, aunque su obra se extiende a todo el Archipiélago, a la península y al continente africano. Sus hijos Javier y Sergio González-Jaraba González heredaron el oficio de su padre, siendo este último el socio arquitecto principal de Jaraba Arquitectos.

El ingeniero José Francisco (Caco) Henríquez, con quien trabajó en distintos proyectos, entre los que destaca el del paseo de Colón que desciende hasta el Faro de Maspalomas, subrayó sobre González-Jaraba sus cualidades de «gran arquitecto y con muy bien carácter, lo cual le llevaba a tener una magnífica relación con sus clientes, ya fueran públicos o privados». «Siempre me ayudó de una manera generosa y muy sabia, porque siempre llevaba a cabo su trabajo de una manera honrada y brillante», añade.

Por su parte, la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Gran Canaria, que preside su decano Juan Torres Alemán, manifestó ayer su pésame por la pérdida de su compañero.

Trayectoria

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1950, Rafael González-Jaraba fue Doctor en Arquitectura especializada en urbanismo y edificación por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, tras lo que obtuvo un puesto como profesor en la cátedra de estructuras de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, en los años 1975 y 1976.

En este último año fundó un estudio de arquitectura propio en Madrid con colaboradores arquitectos, donde impulsó diversos trabajos de urbanismo y edificación para la provincia de Madrid, Murcia, Alicante y Baleares.

En 1983, González-Jaraba se instaló definitivamente en Las Palmas de Gran Canaria, su ciudad natal, después de que dos años antes recibiese el encargo del proyecto de remodelación del prestigioso Hotel Oasis 4* en Maspalomas. Ese mismo año montó su propio estudio junto a tres colaboradores e inició una serie de proyectos arquitectónicos de tipo turístico, que marcó la linea vertebral de su obra arquitectónica especializándose en la proyección de grandes complejos hoteleros y villas, bungalows y apartamentos, sobre todo, en la isla de Lanzarote como escenario preponderante de su obra.

En 1988, la progresión y volumen creciente de su trabajo favoreció la expansión de su estudio como sociedad anónima, rebautizándose como Jaraba S.A., que desplegó su primer proyecto emblemático en la gran urbanización de Montaña Roja, en el municipio lanzaroteño de Yaiza, que comprendía todos los proyectos básicos comerciales, residenciales, y hoteleros.

En este mismo año, González-Jaraba amplió su estudio en una nueva ubicación radicada en la Avenida Alcalde Ramírez Bethencourt, en el corazón de Las Palmas de Gran Canaria, donde permanecen sus oficinas hasta el presente.

En 1995, tras sortear la crisis turística que estalló a comienzos de la década de los 90, González-Jaraba fue nombrado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, a propuesta del Consejo Superior de Arquitectos de España, como especialista en Arquitectura y Urbanismo en zonas costeras para participar en «la primera conferencia mediterránea de arquitectura» que tuvo lugar en Marsella, en Francia.

Prestigio

Para entonces, la firma de Jaraba ya se erigía entre las de mayor prestigio del panorama isleño y, tras el boom turístico que sucedió a la crisis, Jaraba S. A. acometió una nueva estrategia de crecimiento, tanto de sus oficinas como de su equipo, que ensanchó el horizonte de su trabajo a todo el Archipiélago, la península y África. Pero el grueso de sus edificaciones hoteleras, centros comerciales, urbanizaciones, villas y viviendas se concentró en el sur de Gran Canaria y Lanzarote, toda vez que el conjunto de su obra asciende a más de 250 proyectos en todas las Islas, que incluyen intervenciones en las islas occidentales, como el Hotel Aridane Golf, en La Palma, o el proyecto de las Tiendas Marcus en diversas provincias españolas.

«Su implantación y su incidencia fue, sobre todo, en el sector privado, lo cual le sitúa todavía más en lo alto», concluye Henríquez, «porque yo soy un convencido de que, cuando se trabaja para el sector público con la misma intensidad que para el sector privado, se manifiesta la verdadera capacidad de un profesional liberal en su máximo apogeo e infinita creatividad».

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