Belén Miguel Alonso, al filo de la noticia

La periodista falleció a los 51 años en Madrid

Belén Miguel Alonso

Belén Miguel Alonso / LP/DLP

La periodista Belén Miguel Alonso falleció a los 51 años la noche del jueves 23 de mayo en Madrid. Un cáncer, que fue diagnosticado el pasado mes de septiembre, la ha separado sin tregua ocho meses después de su marido Sergio la Marta y del hijo de ambos, Diego, de 11 años, del que se advirtió que no iba a andar cuando era pequeño. Sin embargo, este niño juega en la actualidad al baloncesto perfectamente, y así demostró su espíritu de lucha, como el de su madre y del padre.

Belén Miguel, que nació en Zamora en 1972, estudió y se formó en Periodismo en la Universidad de Salamanca, vino a Gran Canaria en 1998 y trabajó algo más de un año en Cope Las Palmas, donde demostró su calidad profesional y personal. Por eso, en poco tiempo fue contratada por Cope en Madrid, por lo que en esta cadena radiofónica ha trabajado durante más de 25 años en Informativos, Economía y en el programa La Linterna, entre otros. 

Poco tiempo después de que los medios de comunicación comenzasen a informar de los atentados en las estaciones de Atocha, Pozo y Santa Eugenia y en la calle Téllez el 11 de marzo de 2004, llamé de inmediato a Belén Miguel, que vivía no lejos de Atocha y por donde pasaba a diario en tren o en metro, para saber cómo estaba. Ya se encontraba en las cercanías de la estación de Atocha, donde llegó enseguida, con micrófono y teléfono en mano, y estuvo volcada en cuerpo y en alma, como siempre. En esta y en otras muchas ocasiones demostró su profesionalidad y su buen hacer.

En Gran Canaria, también sembró amistad, y la tuvo y mantuvo con Leticia Martín, Raquel Artiles, Flora Martín y Antonio José Fernández, entre otros. Además, Miguel Alonso siempre era feliz en los asaderos y cenas que organizábamos los amigos y compañeros de profesión, como también cuando se hallaba en la playa de Las Canteras o en la Playa del Inglés, o hacíamos una excursión a Arucas o Agaete. La última vez que hablamos ella y yo por teléfono fue largo y tendido cuando los tres se encontraban, felices, de vacaciones en Lanzarote hace un par de veranos.

Ella siempre pretendió no perder el contacto con las amigas y amigos, y vino a Gran Canaria en varias ocasiones, como a nuestra boda [entre Guadalupe Bordón y yo] en la iglesia de Sagrado Corazón de Jesús de Arbejales, en la villa de Teror, en 2003. Lamentablemente nosotros no pudimos asistir a la de Sergio y ella en Zamora, a la que fuimos invitados. Por fortuna, sí pudimos reunirnos unas cuatro veces en Madrid.

Desde estas páginas expresamos nuestra consternación y pesar por esta dolorosa pérdida de Belén Miguel Alonso a su madre, hermana, marido y al hijo, como al resto de familiares y amistades.