Navidad y Año Nuevo son dos fiestas cargadas de tradiciones y buenos deseos, dos de los tres días señalados de las fiestas navideñas en España, donde también se celebra el 6 de enero el día de los Reyes Magos. La expresión de los buenos deseos para todos va acompañada de un ¡Feliz Navidad!, o un ¡Feliz Año!, pero ¿hasta cuándo podemos felicitar la Navidad o el Año Nuevo sin caer en el ridículo? Esta es una pregunta que solemos hacernos todos los años. ¿Qué dicen los expertos en protocolo y festejos navideños?

Entre las tradiciones de la Nochevieja y Año Nuevo, más allá de la felicitación, la más célebre en España sigue siendo la de comerse las 12 uvas con las 12 campanadas de las 12:00 horas de la noche, la hora que marca la despedida del año viejo y la entrada del nuevo.

Hay hogares canarios en los que pese al precio de las uvas, que está por las nubes, ya es tradición incluso comerse 24 uvas esa noche, realizando la entrada de año con la hora peninsular y una hora más tarde, con la hora canaria. Doble ración de suerte. Las primeras 12 uvas, a las 11:00 hora canaria, son una especie de ensayo general con la Puerta del Sol como telón de fondo.

Suerte

Se supone que esta tradición de las uvas trae buena suerte, de hecho, se las llama uvas de la suerte, pero para atraer la fortuna de verdad es necesario comerse las 12 uvas en tiempo y forma, es decir, con cada campanada y sin atragantarse. Para facilitar el tránsito, está el truco de la madre, que consiste en pelar las uvas a la prole, con el fin de evitar un disgusto con las pieles y las pipas. Tampoco es cuestión de que la noche acabe en tragedia. No sería la primera vez.

Hace unos años, un niño pequeño se ahogó con una uva. Por eso, también conviene abstenerse de introducir a los niños muy pequeños en esta tradición. Ya tendrán tiempo de comerse las uvas y de atraer la suerte a su vida.

Tras las uvas y hasta Reyes

La felicitación del Año Nuevo real o como está mandado comienza inmediatamente después de comerse las uvas. Puede que algunos ansiosos ya te hayan felicitado antes, en su afán de ser los primeros o de evitar que su mensaje se quede en cola o el teléfono comunicando. También está la vieja costumbre de mandar postales navideñas, una tradición cada vez más perdida, y para la que no hace falta esperar. En este caso, la felicitación conjunta de la Navidad y Año Nuevo empieza a enviarse a principios de diciembre con la esperanza de que la postal llegue a tiempo. Si no, siempre cabe culpar a Correos.

La costumbre manda en el caso de la felicitación de palabra de la Navidad que sea exclusiva para el 25 de diciembre, pero en el caso de Año Nuevo es más elástica y se puede alargar durante varios días. Navidad solo hay una, mientras que el año dura 365 días y durante su primera semana se puede considerar aún como un nuevo año. El protocolo indica que se puede decir Feliz Año por lo menos hasta el día de Reyes, donde podemos cambiar de tercio para desear: ¡Felices Reyes!