Al guitarrista Carlos Sánchez (Las Palmas de Gran Canaria, 1956) se le torció la vida cuando en 2004 le diagnosticaron parkinson. Una enfermedad que ha quebrado su voluntad como instrumentista, pero que no ha logrado arrebatarle su capacidad para la composición musical. Un vuelco profesional que ha encontrado el apoyo afectro de numerosos amigos, músicos y colaboradores con los que ha trabado una relación que va más allá de las salas de ensayo, el estudio y los escenarios.

Hoy será un día especial y "tremendamente emotivo" para el guitarrista, autor de una prolífica producción discográfica y de múltiples colaboraciones, tal como recordaba ayer German G. Arias, quien junto a una larga quincena de músicos han armado el concierto Los sonidos del cambio, el homenale a Carlos Sánchez, que se celebra esta noche en el Teatro Guiniguada de la capital grancanaria, a las 20.30 horas. "Es una persona con una sensibilidad especial y logicamente está muy emocionado". Eran las palabras de Arias antes de celebrar el último de los ensayos de un espectáculo coral en el que ha entrado a colaborar la Fundación SGAE.

Asegura German G. Arias que en el Teatro Guiniguada "será el pasado, el presente y el futuro porque Carlos Sánchez tiene una ilusión muy grande, y tiene claro que se va a curar de esta enfermedad que le ha privado de poder tocar la guitarrra". U n repertorio de 13 piezas todas originales de Carlos Sánchez, tres de ellas inéditas compuestas por el propio Sánchez con la ayuda de ordenadores y software de composición musical, "un esfuerzo tremendo que ha hecho pese a su estado", apostilla Arias.

Autodidacta

Es Carlos Sánchez un músico autodidacta al que le despertó la pasión por la guitarra desde los diez años, para luego estudiar formación reglada en guitarra clásica hasta que renunció a ello en quinto curso en favor del jazz y el blues, estilos en los que se forjaría entre Canarias y Madrid hasta sentar las bases de un discurso musical propio. Dos discos serían su presentación en solitario tras participar con Artenara en la presentación de este proyecto. Trabajos como Famara (2000) y Viajando a la esencia (2003) le abrieron camino en su carrera, además de componer y colaborar con Carlos Oramas en el álbum Caminos, y con Germán G. Arias en el disco Travesías, de Benito Cabrera.

Además, su impronta como instrumentista y compositor hizo que se incluyeran algunas de sus creaciones en el disco Últimos compositores canarios del Siglo XX; y fue uno de los músicos habituales en programas de Televisión Canaria como La Guagua y Esta noche pago yo, con Manolo Vieira. En 2010, publicaba el libro El hombre de chocolate.

El concierto en el Teatro Guiniguada va más allá de las inumerables muestras de afecto y apoyo al músico grancanario. Es la puesta en valor de su legado como compositor, el pasado y el que está por venir, a la vez que se destinará la recaudación de Los sonidos del cambio a sufragar los gastos que precise Carlos Sánchez para "mejorar su calidad de vida y seguir componiendo", según los organizadores.

Junto a German G. Arias se han prestado a colaborar en el evento músicos y amigos como Carlos Oramas, Paco Perera, Morgan Hernández, Javier Cerpa, Nacho Rodríguez, Alfonso Maribona, Fran Moreno, Mamé Spínola, Paco Marín, Mario Ferrer, Mingo Roque, Víctor Galván, Beatriz Alonso, Héctor Salazar y Vicente Domínguez, entre otros. Decía ayer Germán G. Arias que el repertorio, en el que se incluyen piezas de la parte más jazzística en la producción de Carlos Sánchez, y otros próximos a las músicas del mundo, "se retrata una trayectoria profesional que es muy amplia, y al igual que las canciones, los músicos que participan también representan eso". Entre ellos Vicente Domínguez, "que nunca había trabajado con él y que cantará una de las canciones, o Mingo Roque que le acompañó en las giras que hicieron por la Penísula, y gente de Artenara y de otras muchas bandas y proyectos en los que estuvo, y desgraciadamente no pueden ser todos los músicos que se han brindado porque esto sería un maratón en directo y los ensayos se habrían convertido en sesiones interminables".

Piezas recuperadas del evocador Famara, y otras recientes de producciones impulsadas por Arias, se cruzan para brindar en colectividad por el futuro de Carlos Sánchez, que está por escribir. Concluye Germán G. Arias que "Carlos no quiere dejar de ser músico, quiere seguir tocando pese a la enfermedad, aflorando esa creatividad, y seguro que le costará mucho más esfuerzo que hace años, pero lo hace, y ahí están los 16 nuevos temas que ha compuesto para un próximo trabajo, y lo más importante para todos nosotros, Carlos estará en el concierto, tiene una fuerte medicación, pero está animado y agradecido con todo esto".