Thaidi Llamas

Estas fechas navideñas pueden convertirse en la excusa perfecta para descubrir nuevos rincones de la Isla. Cada pueblo, pesquero, agrícola o urbano, ofrece un belén de la mano de un artesano o algún vecino que convierte el garaje o el patio de su casa en una pequeña Jerusalén impregnada de guiños culturales autóctonos. El mapa insular ofrece una ruta con más de una treintena de paradas que muestran una perspectiva diferente de esta tradición navideña. El municipio de Moya, con siete representaciones, se consolida como la cuna de los belenistas en Gran Canaria.

Resulta curioso y cuando menos admirable el esfuerzo que muestran algunos vecinos de la Isla por mantener vivo el espíritu navideño. En un principio fueron las iglesias las que impulsaron la tradición belenista por los municipios de la Isla, sin embargo, esta costumbre ha adquirido con el pasar de los años un carácter más social y lúdico debido a que cada autor refleja en la maqueta sus ocurrencias personales. Por lo general, las representaciones que tienen lugar en espacios públicos, como las casas de la cultura o consistoriales de los municipios, suelen respetar el origen hebreo de esta práctica. No ocurre lo mismo en los nacimientos privados que realizan los vecinos de manera altruista, quienes se rompen la cabeza durante los 365 días del año para dotar a su obra maestra de nuevas figuras o escenas cotidianas en cada edición. De Norte a Sur y de Este a Oeste, pasando por hoteles y centros comerciales, incluso a pie de playa, Gran Canaria rinde homenaje al nacimiento del Niño Jesús hasta el Día de Reyes con reproducciones a pequeña escala de la arquitectura, el paisaje y las actividades tradicionales de nuestra tierra.

Belén de Agaete

José Santana, más conocido como Pepín en la vecindad de Enfrente del Valle de Agaete, lleva más de 20 años alimentando la ilusión navideña de los visitantes a la villa pesquera con el portal que instala en su casa. Las casitas blancas, "como en Nazaret", las ha fabricado él mismo y las 600 figuras que infunden vida a su nacimiento han sido compradas en diferentes ciudades de la Península. Una de las escenas que llama la atención en su belén corresponde a un vecino que con un palo da golpes a un olivo para recoger en cestas de mimbre las aceitunas. Destacan los extensos campos de cultivos, con plataneras y otras hortalizas, en varios rincones de su pesebre y el emblema de Agaete, que descansa en una esquina cercana al mar: el Dedo de Dios. El vecino ha reservado una parcela de su pesebre para representar con barcas y nasas las costumbres del pago marinero que le ha visto nacer.

Belén de Guía

Con motivo de la celebración del bicentenario de la muerte del escultor guiense José Miguel Luján Pérez, el belenista José Fernando Moreno ha montado este año un belén en la ermita de San Antonio que reproduce edificaciones tan peculiares del pago norteño, como la antigua fonda de la calle Marqués del Muni, el cementerio aledaño a la plaza nueva de San Roque o el mismo mirador. Moreno le ha dedicado incluso un lugar destacado al artista barroco en su composición, al representar su figura en uno de los talleres del barrio de Vegueta en el que trabajó junto a su colaborador Manuel Hernández.

Belén de Arucas

Si por algo destaca el belén de Antonio Sánchez, en Bañaderos, es por el dinamismo que desprenden sus figuras a motor. El movimiento de su pequeño belén se aprecia prácticamente en cada una de los 100 figuras que este año componen la muestra. Desde la escoba de una doña que intenta matar a un ratón que se ha colado en su casa hasta el gesto de fumar de un señor con cachimba, pasando por el balanceo de la cuna del Niño Jesús y el movimiento de los columpios de los pequeños que juegan al aire libre. La imagen del famoso caganer no tiene desperdicio. Sánchez, jubilado de 71 años, recicla motores de antiguos ordenadores y electrodomésticos que encuentra durante el año para convertirlos en fuente de alimentación de los habitantes más activos de Belén que existe en la Isla.

Belén de Moya

El municipio moyense es la localidad que concentra más nacimientos de la Isla. El principal, por ser el belén más grande de Canarias con 114 metros y 1.000 figuras, pertenece al joven Aridane Betancort. El año pasado la muestra, ubicada en el camino de San Fernando, contó con cerca de 6.000 visitantes. En esta edición Betancort ha recurrido a expertos para reproducir un techo plagado de estrellas en movimiento. Más de 1.000 puntos estelares, elaborados con fibra óptica, transmiten al visitante una sensación plena de paz al entrar en el habitáculo en el que se encuentra la obra.

A escasos metros de distancia de la joya de la corona también se puede visitar el belén de barro que desde hace apenas unos años realizan Juan Antonio Castilla y José Luis Díaz.

Ya en el casco de la villa, la casa de la cultura acoge 200 figuras elaboradas por el belenista moyense Fernando Benítez, que se pueden visitar de lunes a jueves de 9.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Los viernes de 9.00 a 14.00 horas. La vestimenta de los habitantes de la maqueta está inspirada en las confecciones de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Asimismo, frente al Juzgado de Paz, descansa un pesebre elaborado por Juan Antonio Castilla que goza de una profundidad inigualable en el resto de la Isla.

En la calle Guayedra del barrio de Carretería, la vecina Ciona Almeida abre el garaje de su casa un año más para mostrar a los amantes de estas fechas navideñas una exposición de belenes misteriosos además de su tradicional pesebre que suele destacar por la belleza de su río en movimiento. El municipio norteño ofrece también la muestra Belenes del Mundo de la mano de Martina Falcón además de otra representación de Carlos García.

Belén en Las Palmas de GC

Varios son los nacimientos que alberga la localidad capitalina. Por ubicarse en la perla de la ciudad, en la playa de Las Canteras, el belén de arena se configura como uno de los nacimientos que más aceptación ha cosechado entre los visitantes en los últimos años. En su décima edición, la muestra ilustra siete escenas navideñas: el portal, la estrella anunciadora, el trayecto de los Reyes Magos, la fuente central, el castillo, los pastores y el paisaje canario. Un total de cinco escultores, entre los que destaca Etual Ojeda, ha modelado en esta ocasión las 2.000 toneladas de arena que dan vida a un pueblo con una extensión de 2.250 metros cuadrados.

Son también de visita obligatoria los pesebres que ofrecen el Parque San Telmo, el centro educativo de San Juan de Dios y el Hiperdino de Miller Bajo. Además de la muestra privada del vecino de La Milagrosa, Lorenzo Rodríguez. Esta última representación incluye hasta una escena de la Virgen María embarazada y un grupo de pastores con instrumentos musicales. Bajo el relieve montañoso del belén de Lorenzo se cobija un grupo de pollitos amarillos en una jaula, de los de verdad.

Belén de Telde

El artesano José Sánchez ofrece una vez más y ya van 48, un espectáculo mágico en la plaza de San Gregorio. Más de una veintena de estampas costumbristas reflejan el quehacer cotidiano de un pueblo fiel a sus tradiciones. Sánchez con 85 años se proclama el belenista más veterano de la Isla.

Belén de Mogán

La ermita San Antonio de Padua de Mogán casco constituye en este mes de diciembre el monumento con mayor reclamo turístico del Sur. En su interior, el vecino Emilio García ha instalado una maqueta que recuerda por su paisaje al pago agrícola de Veneguera. Cardones, tuneras con cochinilla, palmeras, barrancos y laderas determinan la ubicación sureña de esta muestra.

Belén viviente

Gran Canaria cuenta con casi una decena de belenes vivientes repartidos a lo largo de su geografía. En la capital es digno de mención el ingenio con el que los vecinos de Tamaraceite reproducen cada año la buenanueva. En otros enclaves más rocosos, como El Risco de Agaete o Barranco Hondo de Gáldar, sirven de escenario para reproducir por episodios la idiosincracia canaria. En esta edición, el Risco incluyó en el itinerario el pasado fin de semana hasta un estelero en plena faena y una mujer recogiendo tomates en medio de varias hileras de cucañas. Ayer, Día de Navidad, Veneguera celebró el 30 aniversario de su belén viviente con casi 2.000 visitantes. Sin duda, el acto congregó a huéspedes de hoteles repetidores que ya consideran a la muestra moganera parte del ritual navideño. El barrio de Tenteniguada, en el municipio de Valsequillo, Cercado de Espino, en San Bartolomé de Tirajana, y la plaza del Buen Suceso de Carrizal, Ingenio, completan la ruta de los belenes vivientes a la isla redonda.