Tiernas, melosas y sabrosas. Así es el sabor de las suculentas carrilladas, carrilleras o galtes, esas piezas de carne que salen de las mejillas o papos del cerdo o de las vacas y terneras y que además de suaves y magras están repletas de colágeno gelatinoso, el aliado perfecto para cuidar la piel y fortalecer las articulaciones.

"Las carrilladas son muy versátiles y lo mismo te hacen un apaño como plato elaborado- las calientas y les añades arroz o pasta tipo 'puntalette' y agua o caldo caliente y lo cocinas hasta que se hagan-, o calentadas sin más como plato principal con una buena guarnición -puré de patatas, verduras salteadas, puré de manzanas asadas-", explica el chef David de Jorge, más conocido como Robin Food y embajador de las recetas de Dapsa, la empresa especializada en la distribución de productos de casquería, despiece de carne de vacuno al vacío, y productos cárnicos de la mejor calidad.

Las carrilladas son perfectas para guisos y cocciones lentas para garantizar sus altos valores de colágeno, la proteína más abundante en nuestro cuerpo, verdadero sostén de las fibras de la dermis, que perdemos sin remedio por el inexorable paso del tiempo.

El colágeno ayuda también a fortalecer las articulaciones, huesos y músculos.

"Para darles el toque festivo o exótico puedes tunearlas, añadiéndole algunas especias o hierbas aromáticas de tu gusto y dejando que hiervan para que se integren bien", prosigue Robin Food durante la presentación de la campaña de Dapsa 'Las fiestas no son para pasarlas en la cocina', dirigida a ofrecer cazuelitas de platos artesanales cocinados con mimo, paciencia y largas cocciones.

Cómo acompañarlas 

Para quedar de lujo "nada como servir las carrilladas con mucho apetito y dejarse de mil entrantes que lo apagan y hacen que tus invitados lleguen al guiso con pocas ganas", avisa el chef. Las patatas fritas o asadas en el horno nunca fallan, el puré de boniato o membrillo asado "mola" y en invierno la mejor guarnición es una ensalada de escarola aliñada con muchos ajos, mostaza, vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y sal, recomienda Robin Food delante de una cazuela con este manjar ibérico que en la mitad superior del país se conoce como carrillera, en la mitad inferior suelen llamarse carrilladas y en Cataluña galtes.