Poco más de 48 horas quedan para que Cristina Pedroche vuelva a ponerse al frente de las campanadas de fin de año junto a su fiel compañero de batallas, el cocinero Alberto Chicote.

Con este año, ya son ocho los que 'La Pedroche' lleva presentando la ineludible cita que da paso a una nueva etapa y son, por lo tanto, siete piezas las que la vallecana ha mostrado convocatoria tras convocatoria.

Es innegable que Cristina ha conseguido crear un show sin precedentes desde que sus originales e icónicos vestidos se convirtiesen el centro de todas las miradas año tras año.

Desde un vestido de estrellas firmado por Pronovias, a uno de Tot Hom protagonizado por un bikini de flores. Tampoco se puede dejar atrás la impresionante escultura dorada de su propio cuerpo creada por Jacinto de Manuel o su última idea, un homenaje al confinamiento y a la pandemia a través de un minivestido de pedrería que hacía referencia a las mascarillas que ya son parte de nuestro día a día.

Sin embargo, la colaboradora de Zapeando ha reconocido que el vestido de este año es "lo más brutal que he hecho" y que nadie se espera cómo va a ser su apuesta para recibir al 2022.

Pura poesía y ¿un posible rapado?

En las últimas horas se han disparado las especulaciones sobre cómo será el momento más esperado del año.

Muchos tertulianos han apostado por un homenaje a La Palma, mientras que otros aseguran que el juego de pelucas que ha tenido la colaboradora en los últimos días podría responder a la mayor locura que haya realizado la presentadora: se ha rapado la cabeza.

Ha sido la propia Pedroche la encargada de adelantar algunas pistas sobre su inminente aparición. "Este año es una performance muy brutal y un mensaje muy poderoso. Creo que va a llegar mucho a la gente. O eso espero. Es poesía y no siempre la gente la entiende", comparte la joven en una entrevista.

Sobre la posibilidad de raparse la cabeza, la vallecana ha dejado la puerta aún más abierta y tendremos que esperar al próximo 31 de diciembre para conocer qué ha ocurrido con su melena. "El pelo al final crece, todas las opciones son opciones, no hay ninguna que sea mejor que otra y no tengo miedo a nada. Lo que sí tengo claro es que haga lo que haga siempre tiene que ser con un sentido", confiesa.