Las series turcas se han convertido en todo un boom en España, pero no solo en nuestro país tienen éxito. Hace años que triunfan fuera de Turquía, sobre todo en Latinoamérica, donde existe tradición de producción y seguimiento de las telenovelas. Sin embargo, entre las series turcas hay mucho más que telenovelas. Se caracterizan por una diversidad de géneros -drama, comedia, tragedia, policiaco, negro, suspense o romántica- a veces mezclados en una misma obra y siempre abordados de forma sencilla y desde una perspectiva universal, por lo que tienen la capacidad de conectar con todo el mundo.

¿Qué significa que su contenido es universal?

Esto es algo que siempre se ha dicho de los grandes literatos. En esencia, implica que tratan sobre los grandes temas que interesan a todo el mundo, es decir, sobre la cotidianidad: la familia, el amor y el trabajo.

En realidad, esto también lo encontramos en las telenovelas latinoamericanas, que vivieron su edad de oro en España entre mediados de la década de los 80 y los 90 del pasado siglo XX. Sin embargo, las turcas tienen otro punto. Resultan más contemporáneas, cercanas y europeas, a pesar de que reflejan también una sociedad cargada de tradiciones. También esa carga de tradición, que marca unas diferencias con nuestro entorno habitual, añade un grado de exotismo que cautiva al espectador. En cierto modo, visto con los ojos de muchos españoles, la expresión de esas costumbres enlaza con nuestra memoria cultural próxima, como si se tratara de una especie de viaje en el tiempo a épocas no muy lejanas de nuestra trayectoria vital.

¿Cómo ha logrado la industria turca conquistar el mundo?

El imperio de las series turcas se ha construido a base de buen trabajo creativo, desde los guiones a los actores y, sobre todo, con la factura audiovisual. A pesar de tratarse de historias cercanas y cotidianas, son grandes producciones. Cuentan con buenos profesionales de la actuación que logran transmitir y enamorar. Muchos y muchas son bastante agradables de mirar, de belleza atractiva, a veces con un punto de exotismo.

Todas las producciones están pensadas para el prime time turco, es decir, para mantener a la población pegada al televisor en las tardes y noches de los sábados con capítulos de dos horas que en España no resistimos y nos los parten en episodios de 45 minutos. Por eso, aquí las series turcas llegan a tener más de cien capítulos. En Turquía son menos, pero duran más.

Es cierto que a veces da la impresión de que las tramas avanzan lentamente, como para alargarlas de forma artificial cuando tienen éxito. En otras ocasiones, parece que se precipitara la acción e incluso el final. La razón de esto hay que buscarla en el hecho de que los guionistas de las series trabajan a golpe de cifras de audiencia. Si la audiencia es buena, tratan de mantener la trama del éxito el mayor tiempo posible. Si baja, buscan nuevos giros hasta dar con la tecla. En ocasiones, incluso se cambia por completo el equipo de guionistas en un intento de reconciliarse con la audiencia perdida. Esto ha sucedido, por ejemplo, con la serie 'Sen Çal Kapimi', la comedia titulada en España 'Love is in the air', protagonizada por el actor Kerem Bürsin y la actriz Hande Erçel.

'Love is in the air' es un ejemplo de la diversidad de géneros de las series turcas, pues cuenta la historia en clave de comedia, con giros de drama en algunos episodios. La mayoría de las series que han llegado a España, en cambio, se encuadran más bien en el drama. Fue un drama, 'Fatmagül', la primera serie turca que conquistó a la audiencia española de la mano de Atresmedia en 2017. Después vinieron 'Amor de contrabando', 'Madre', 'Mujer', 'Mi hija', 'Mi hogar es mi destino' o la más reciente 'Tierra Amarga', que ha conseguido desbancar a 'Sálvame'.

Algunos detalles sorprendentes

En Turquía existe la censura. Por eso, es raro ver en las series turcas escenas de amor con besos de tornillo, abrazos sobones, cama o desnudos. En la medida de lo posible, la pasión es contenida y los besos se transforman en castos roces de labios en la frente o la mejilla, sobre todo si la pareja no está casada. También la censura hace que muchas veces, cuando los actores beben alcohol, se difumine la copa y la botella.

Estos detalles que tienen que ver con la censura turca convierte a sus series en España en aptas para todos los públicos.