Para alcanzar la excelencia en cualquier disciplina médica se requieren tres pilares fundamentales: asistencia al enfermo, docencia e investigación. Los cuidados sanitarios, la formación y la investigación son actividades indisolublemente unidas en una sociedad desarrollada. Canarias tiene cuatro hospitales públicos que cumplen los criterios modernos de hospitales universitarios en los que se presta atención sanitaria, sirven como centros de formación de profesionales sanitarios y cuentan con investigadores que generan nuevos conocimientos científicos.

Sería una brutal irresponsabilidad que la docencia y la investigación no estuviesen obligatoriamente financiadas por los presupuestos anuales de los hospitales.

Los hospitales de Canarias tienen menos de 50 años. Gran Canaria tiene dos hospitales universitarios: el Hospital Dr. Negrín (sustituyendo al antiguo Hospital del Pino) y el Hospital Materno-Insular, ambos en Las Palmas de Gran Canaria. Algunos piensan que éste último debería ser gestionado como dos hospitales por separado dado que sus orígenes, su misión y los pacientes que atienden son muy diferentes en cada uno de los centros que forman el complejo hospitalario. La proximidad no debe ser un criterio para gestionar conjuntamente dos hospitales.

En muchas ciudades del mundo conviven varios hospitales universitarios en una misma calle que en algunos casos comparten hasta muro y son gestionados por equipos directivos independientes.

Tenerife cuenta con cuatro hospitales públicos: dos universitarios (el Hospital NS de Candelaria en Santa Cruz y el antiguo Hospital General y Clínico, que cambió el nombre por el de Hospital Universitario de Canarias, en el municipio de La Laguna) y dos nuevos hospitales comarcales, en el norte y sur de la isla. En cada una de las cinco islas restantes hay un hospital público. Salvo el Hospital General y Clínico, administrado desde su creación por el Cabildo insular de Tenerife, el resto de los hospitales fueron gestionados por el Servicio Canario de Salud (SCS) tras asumir las transferencias sanitarias en 1994. En su conjunto, estos centros cuentan con los servicios necesarios para garantizar una buena asistencia hospitalaria.

Con anterioridad a 1968, los estudiantes de Canarias que deseaban cursar estudios de Medicina se trasladaban a la Península. En 1970 se construyeron la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna y el Hospital General y Clínico. Razones sociales y políticas hicieron que en los años 80 se creara en Las Palmas el Colegio Universitario de Medicina, dependiente al principio de la Universidad de La Laguna y posteriormente de la Universidad de Las Palmas. Tener dos universidades y dos facultades de Medicina es un lujo que pocas regiones de países más avanzados y ricos que el nuestro pueden permitirse.

Como sucede en varios estados de EE UU, de haber existido una única universidad con el nombre de Universidad de Canarias, ésta tendría sedes centrales compartidas en las islas y varias facultades dispersas por el archipiélago, lo que hubiera enriquecido las posibilidades de Canarias como región europea del conocimiento y centro internacional de excelencia. Siempre ha sorprendido a propios y extraños que se utilice el nombre de Canarias como referencia a un solo hospital universitario del archipiélago. En Tenerife se mantiene casi un monopolio de las plazas de catedráticos y profesores titulares en favor de un solo hospital. Con la creación de la Universidad de Las Palmas, numerosos profesionales de los dos hospitales públicos de Las Palmas se incorporaron a la nueva Facultad de Medicina como profesores.

En Canarias existe un nivel muy primitivo de colaboración entre hospitales y universidades. En muchos aspectos, la interacción ha funcionado como un juego de contrarios. En enero de 2009, el Hospital General y Clínico de Tenerife (que sigue monopolizando el nombre de Hospital Universitario de Canarias) se integró en el SCS. En sintonía con la actual situación sanitaria y universitaria sería pertinente rebautizar a ese hospital con otro nombre.

Es un misterio en qué condiciones se ha firmado la integración, lo que puede ser fuente de agravios comparativos en términos laborales, profesionales y retributivos con respecto al resto de profesionales del SCS. Que no suceda lo que dijo Orwell en su Rebelión en la granja: "Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros". Buen día y hasta luego.