Según Trends in Genetics que es una revista harto complicada, dado que igual hablan de inestabilidad genómica que de las implicaciones genéticas de los primates del Nuevo Mundo, resulta que el ser humano, o lo que queda de él, está perdiendo su capacidad intelectual, y que de aquí a unos años sufriremos un par de mutaciones que nos irá empeorando la mejoría.

Explican estos científicos que las personas, en general, vamos perdiendo el tino y que en la sociedad que nos rodea no hay mecanismos para corregirnos la pérdida de baifo. Y está en lo cierto. El mundo que nos rodea nos va embebiendo de tal forma que el cerebro también se va esponjando y fallando en la capacidad de brega, hasta quedarse momio total.

No hay más que ir a la hemeroteca. En el año 1antes G.E, de la Gran Estafa, los colectivos protestaban por hechos que hoy, año 5 G.E. serían impensables. Ejemplo: en enero de 2007 los empresarios majoreros anunciaban protestas 'populares' si no le regeneraban la playa del Castillo, no vaya a ser. Luego los guardias civiles se manifestaban por la desmilitarización del cuerpo; en La Palma salían a la calle, que ya es, contra el plan general de la capital por "su crecimiento demográfico excesivo"; en Mogán hubo protesta espontánea contra la detención de su alcalde; los vecinos del Hormiguero, en Guía, amenazan con rebato si no les hacían un acceso bien grande a la carretera general; y en Fuerteventura hay revuelo por "una educación de calidad", con más suelo y colegios.

El comité de huelga de la enseñanza no universitaria también paraba en primavera y tiraba de cacerolada por el "complemento de homologación", que qué será hoy de ese complemento. En Corralejo, salían 600 vecinos contra la olor de las aguas fecales. En Las Huesas, Telde, hubo motín por desalojar a tres colectivos del local social; mientras los trabajadores no sanitarios querían dejar de ser mileuristas, y los cazadores bajaban al asfalto en septiembre de ese año por no poder matar conejos con escopeta.

Hoy, desmontado el sistema, da igual como matar el conejo. La cosa está en comerlo, que es la prueba más fehaciente de que sí, que estamos mutando.