Cuando decidí presentar candidatura para que Telde se convirtiese en Ciudad Europea del Deporte en 2015 sabía que no estaría solo en la dura maratón que ha supuesto defender y empujar esta candidatura. Hoy tengo que reconocer que lo que este proyecto ha supuesto ha traspasado mis expectativas, mis previsiones, de forma inimaginable.

Desde el mismo momento en que propusimos embarcarnos en esta iniciativa éramos plenos conocedores y totalmente conscientes de nuestras posibilidades. En muchas ocasiones he afirmado públicamente y sin titubeos que estoy convencido de que Telde merece ser nombrada Ciudad Europea del Deporte. El camino que he tenido la oportunidad de recorrer a lo largo de los últimos meses no ha hecho más que reafirmarme en mi creencia.

Los teldenses llevamos el deporte en las venas, hemos sido educados bajo los valores del deporte y, parafraseando a un miembro de la comisión europea evaluadora, "esta ciudad respira deporte por los cuatro costados". Por todo ello, siempre he defendido que esta es la candidatura de Telde, no la de un concejal, no la de un partido, no la de un gobierno, no existen colores. Es obtuso aquel que no sea capaz de ver que el deporte en este municipio ha superado históricamente, supera en la actualidad y superará en el futuro la esfera política en las que algunos tratan de anquilosarlo, y así debe ser porque es ahí donde radica el principal aval, la verdadera garantía para que Telde nunca deje de ser ciudad deportiva; la primera de Canarias. Es nuestro espíritu deportivo el secreto de nuestro éxito ayer, hoy y mañana.

Todo este tiempo ha resultado un gran aprendizaje, un intenso entrenamiento al lado de muchísimas personas, fundamentalmente los deportistas y el equipo técnico que ha trabajado con tesón e ilusión en los últimos meses, que han decidido adherirse y dar lugar a esta candidatura del consenso. Durante este periodo he podido palpar la solidaridad entre todos ellos, el compañerismo, la infinita capacidad de esfuerzo, el respeto, la perseverancia, la humildad, pero sobre todo las ganas de ganar este partido y de hacerlo en equipo. Ha sido verdaderamente alentador y muy satisfactorio darme de bruces con la realidad; la gente tiene muchas ganas, hay sed de positividad en este municipio y eso es buena señal.

Por qué y para qué. En Telde el deporte es el principal vehículo para interrelacionarnos, es la forma en que aprendemos y compartimos entre generaciones, el modo en que entramos en contacto con nuestros espacios naturales, la manera en que nos socializamos, integramos y divertimos, y ello merece un reconocimiento. El trabajo realizado a lo largo de más de 25 años para crear un tejido deportivo fuerte en el municipio merece un reconocimiento, los clubes y las personas individuales que los conforman merecen ser vistos, los profesionales del deporte y los deportistas de este municipio merecen poder empuñar de una vez por toda la bandera que ellos mismos han creado, la que los distinga como Ciudad Europea del Deporte.

Hemos luchado el partido y de eso no cabe duda, a veces nos han intentado lesionar pero todos sabemos que cuando hay un objetivo marcado eso poco importa, la capacidad de sufrimiento es infinita. Sabemos también que no hemos podido jugar mejor, que queremos pero que sobre todo nos merecemos ganar. Tengo todas mis esperanzas e ilusión puestas en ello. Estamos en el último tiempo y a mí solo me sale agradecerles a todos. A los que ayer lucharon para que el deporte en este municipio fuera hoy una realidad, a los que invirtieron sus horas y esfuerzos llevando el nombre de Telde Ciudad Deportiva por el mundo, a los que dedican su tiempo libre de manera altruista por puro amor y pasión al deporte, a los que lo viven como una profesión, a los que nos ayudan a que podamos continuar trabajando para ser mejores cada día, a las más de 30.000 personas que practican actividad física en este municipio y en definitiva a todos aquellos que han decido creer, tomar y ser parte de este gran equipo que es el deporte en Telde; gracias, muchas gracias.