Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad. La verdad brilla hoy por su ausencia -o escasez- en los medios. Nunca hubo tanta abundancia de medios como ahora -Internet- pero si uno quiere realmente saber lo qué está ocurriendo, la tiene brava.
Los medios occidentales, salvo pocas excepciones, deforman y manipulan la información. El tratamiento de la crisis de Ucrania y la demonización de Putin son un ejemplo claro. Como en la época de Franco en España, casi. Pero ahora en todo Occidente.
Con Franco leíamos la prensa extranjera; ahora hay que navegar, buscar los medios independientes, contestatarios y hasta "enemigos" (¿es Rusia el enemigo?). The Guardian en el UK, a veces, Le Monde (y su Courrier International) en Francia, también a veces, The Nation (antiguo periódico izquierdista) en USA, dicen algo de la verdad. La BBC y el New York Times -pilares tradicionales- publican alguna poca información veraz, pero hay que buscarla con lupa, como Sherlock Holmes o Sam Spade, hundida como está en La Historia Oficial: el malvado lobo Putin quiere comerse a Caperucita Ucrania. Hay que detenerlo. Los fundamentalistas del EI (o ISIS) nos van a decapitar a todos por infieles. No basta con bombardearlos; hay que enviar tropas.
Son claramente medios de situación de guerra. Y a mí me meten miedo.
Disculpas a Cardona y Sabroso
Hace poco critiqué aquí al alcalde Cardona y al concejal Sabroso por los uniformes de los taxistas -que sigo considerando innecesarios- pero extendí mi crítica a Movilidad Ciudadana en general. Debo reconocer mi error. El reciente editorial de La Provincia es muy claro al respecto y me ha convencido totalmente. Las sendas para bicicletas y el aumento de recorridos peatonales son un acierto, algo hecho en la dirección correcta. Siguen necesitándose más guaguas y hay un exceso de semáforos que entorpecen el tráfico en vez de mejorarlo, pero supongo que con más dinero -cuando lo haya- y tiempo y trabajo, eso se resolverá. La Movilidad Ciudadana no está tan mal. Vayan entonces mis sinceras disculpas al alcalde Cardona y al concejal Sabroso.
