Vale la pena resaltar el acertado concierto extraordinario de la OFGC y más aún al ser un homenaje a la señera emisora Radio Ecca. De este modo se cumplen tres objetivos: acercar la música sinfónica y cinematográfica a un amplio abanico ciudadano; utilizar un recinto deportivo para un acto cultural de masas, y recordar la gran labor educativa y de formación amplia que ofrece la Fundación Ecca próxima a celebrar sus Bodas de Oro. De paso, hay que felicitar al Cabildo de la isla y a cuantos han hecho posible este evento por no poner todo el ahínco en manifestaciones deportivas. El arte y la cultura deben tener cabida en sus iniciativas. Es una pena que no se ocupen de cuidar y adecentar las obras del patrimonio arquitectónico, aunque sean de iglesias no parroquiales exentas del circuito oficial de la diócesis. Como ocurre con el emblemático templo del barroco en nuestra capital, la iglesia de san Francisco de Borja. Aunque sean los usufructuarios los jesuitas, la propiedad es del obispado. En otras comunidades autónomas, como es el caso de Andalucía, con diputaciones y gobiernos de izquierdas, ha habido una mayor sensibilidad para conservar el legado artístico que no es solo para uso de grupos religiosos.
