La basílica del Pino ya tiene ascensor. Las personas impedidas para subir al camarín y cumplir con la Patrona de Gran Canaria ya pueden hacerlo en un moderno y cómodo elevador. La peregrinación tradicional sigue, pero las nuevas instalaciones eléctricas han permitido que se modernice uno de los más emotivos trayectos de elevación de cuerpo y alma. La basílica de Teror ya tiene elevador. ¿Y la catedral de Arucas cuándo?