La moda de las carreras se ha impuesto a aquello que se repetía de que correr era de cobardes. No sale en la imagen el perfil más favorecido del ministro de Industria, en funciones, José Manuel Soria López, pero el testimonio gráfico tiene su valor. La sorpresa de la colega cuando pasó el líder del PP entre la marabunta amarilla por las calles de la capital, fue mayúscula y, cachis, no tenía el teléfono dispuesto para inmortalizar el momento. Un poco apurada, logró una imagen que vale más que mil palabras. Y ahí tienen a Soria, sofocado, un poco sudoroso, en pleno esfuerzo para llegar a la meta. Es un hombre de voluntad férrea, no por lo de industria sino más bien por lo de antiguo alumno de los Jesuitas. El ministro de Industria, Energía y Turismo, en funciones, demostró en la última jornada del año que se encuentra en plena forma. De la misma manera que preside un comité ejecutivo o asiste a una directiva nacional en Madrid, termina la San Silvestre de Las Palmas de Gran Canaria. No fueron muchos políticos los que le pudieron seguir el ritmo.