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Ansias de venganza

La venganza a partir de ahora será más querida que la luz o los alimentos". Esta frase de la autora de Frankenstein, Mary Shelly, es la principal motivación de un Atlético de Madrid que no olvida. Los colchoneros tienen una deuda que cobrarse desde hace más de cuatro décadas con el Bayern de Munich.

Un gol de un jugador de nombre impronunciable arrebataba por aquel entonces la Copa de Europa a la escuadra capitaneada por Luis Aragonés. Los rojiblancos tienen hoy, 42 años más tarde, la oportunidad de resarcir su honor ante los teutones y batir en un duelo a muerte a Pep Guardiola.

El choque de dos modelos contrapuestos mide al más goleador (los germanos han metido 28 dianas en esta competición) contra el menos goleado (el Atleti ha encajado sólo cinco tantos). Dos perfiles antagónicos en busca de la victoria en un combate donde sólo queda-rá uno.

Los alemanes dominan la posesión de balón con una media acumulada del 70%, justo lo opuesto que el Atlético, confortable en su persecución de la pelota, presionando líneas de pase e infatigable en defensa.

Desmontar al Atleti no será tarea fácil. El Bayern, acostumbrado a cortar cabezas contra equipos muy inferiores en la Bundesliga, es consciente del muro rojiblanco que tiene ante sí. Los colchoneros, que rezuman motivación por los cuatro costados, quieren arreglar cuentas con el Bayern y, luego, resolver lo de Lisboa.

Dos equipos liderados por dos tipos unidos por una pasión con tintes obsesivos: la dedicación al trabajo. Dos entrenadores separados por su filosofía balompédica. Pep sólo entiende el fútbol alrededor de la pelota. Simeone es un maestro de manejar la presión y los espacios. Guardiola con súper equipos presume de tener diez títulos, mientras el Cholo con menos mimbres acumula sólo dos trofeos, pero ha llevado a su equipo a la penúltima ronda de la Champions por segunda vez en las tres últimas ediciones.

Los pupas se han ganado a pulso el derecho de no temer a nadie y a soñar a lo grande. Al pundonor inherente a los hijos del Calderón se le suman unas ansias de venganza que tienen como objetivo abrazar la gloria eterna.

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